En un acto en Gijón en que respaldó a sus candidatos a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, el líder popular reiteró su apuesta por el crecimiento económico y la creación de empleo como prioridades si gobierna en 2012. Algo sobre lo que parece estar seguro: "No tengáis ninguna duda, vamos a ganar", arengó a su auditorio asturiano, refiriéndose tanto a los comicios de mayo como a las próximas elecciones generales.

El presidente del PP aseguró que, cuando este partido gobernó, creó las condiciones para generar cinco millones de puestos de trabajo y logró incrementar el prestigio internacional de España, "cosa que ahora algunos han dilapidado". "Cuando ganemos volverá la confianza, terminará la incertidumbre y comenzará una etapa de crecimiento y creación de empleo", pronosticó, señalando el cambio de gobierno como el primer paso para ello.

Partiendo de su convicción de que el PP ganará las elecciones generales de 2012, Rajoy añadió que, para entonces, querrá en Asturias un Gobierno con el que se pueda entender y compartir un plan para cuatro años con estos objetivos.

Sería, naturalmente, el presidido por la candidata popular, Isabel Pérez-Espinosa; un Ejecutivo, deseó, que "no sea noticia por acontecimientos de corrupción", como los que han salpicado al ex consejero de Educación asturiano, José Luis Iglesias. Una frase, no obstante, que tendría inciertas resonancias extrapolada a la Generalitat Valenciana, cuyo presidente, el popular Francisco Camps, está imputado en el "caso Gürtel".

En su diagnóstico económico, Rajoy reiteró el mensaje que viene trasladando en las últimas semanas de que el recorte social y la subida de la luz decretados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no los ha hecho "por fastidiar", sino porque, según su enfoque, "no ha sido capaz de gestionar la economía española" ni la política energética y "ha dejado al Estado sin recursos".

En cuanto a la actividad legislativa, el presidente popular reiteró su proclividad a "facilitar la vida a la gente", para lo caual cree que "a veces lo mejor es no hacer ni una ley, una norma, ni un reglamento, ni un Real Decreto". Desde su punto de vista, "en España sobran leyes y reglamentos", y en este sentido recordó las 800.000 páginas que suman los reglamentos autonómicos y se preguntó qué empresario "se puede leer eso".