Religión

El Papa revindica la cultura del cuidado como camino de paz

MADRID
SERVIMEDIA

El papa Francisco revindica la cultura del cuidado de las personas y el entorno como camino para la paz, y muestra su preocupación, en el horizonte del fuerte impacto del Covid-19 en la humanidad, por otros riesgos que se han hecho fuertes en la pandemia.

Así lo afirma en el mensaje que ha escrito para la celebración de la 54 Jornada Mundial de la Paz que se conmemora este 1 de enero y que lleva por título 'La cultura del cuidado como camino de paz'. El texto, firmado el pasado 8 de diciembre, festividad católica de la Inmaculada Concepción, subraya que "es doloroso constatar que, lamentablemente, junto a numerosos testimonios de caridad y solidaridad, están cobrando un nuevo impulso diversas formas de nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción".

Por ello, Francisco apela a "hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad". En esa sociedad fraterna, el Obispo de Roma apunta como esenciales los valores que promueven la familia y las religiones.

Con la pandemia, asegura, "nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, porque nadie se salva solo y ningún Estado nacional aislado puede asegurar el bien común de la propia población".

"La brújula de los principios sociales, necesaria para promover la cultura del cuidado, es también indicativa para las relaciones entre las naciones, que deberían inspirarse en la fraternidad, el respeto mutuo, la solidaridad y el cumplimiento del derecho internacional. A este respecto, debe reafirmarse la protección y la promoción de los derechos humanos fundamentales, que son inalienables, universales e indivisibles", reivindica, llamando al respeto del derecho humanitario, pues, "lamentablemente, muchas regiones y comunidades ya no recuerdan una época en la que vivían en paz y seguridad".

"Muchas ciudades se han convertido en epicentros de inseguridad: sus habitantes luchan por mantener sus ritmos normales porque son atacados y bombardeados indiscriminadamente por explosivos, artillería y armas ligeras. Los niños no pueden estudiar. Los hombres y las mujeres no pueden trabajar para mantener a sus familias. La hambruna echa raíces donde antes era desconocida. Las personas se ven obligadas a huir, dejando atrás no sólo sus hogares, sino también la historia familiar y las raíces culturales", denuncia el mensaje.

Francisco concluye insistiendo en que "no hay paz sin cultura de cuidado", y explica que esa cultura, "como compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, es un camino privilegiado para construir la paz".

"En muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia", propone.

(SERVIMEDIA)
01 Ene 2021
AHP/pai