Así se desprende de datos del Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales (CCINIF), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a partir de la información suministrada por las comunidades autónomas.

Los datos provisionales del CCINIF, recogidos por Servimedia, indican que 7.685 siniestros forestales se registraron en España en los 11 primeros meses del año, lo que supone un 32,2% menos en relación al promedio de la última década y el segundo dato más bajo del decenio, sólo por detrás de los 6.694 conatos e incendios contabilizados entre enero y noviembre de 2018.

En cuanto a los incendios forestales (es decir, que arrasan al menos una hectárea), se han declarado 2.570, la tercera cifra más pequeña de la década (1.874 en 2018 y 2.270 en 2016). Respecto a los conatos forestales, entre enero y noviembre de este año se han registrado 5.115, la segunda cantidad más baja del decenio (4.820 en 2018).

Por otro lado, los siniestros forestales quemaron 65.508,24 hectáreas en los 11 primeros meses del año, lo que representa un 27,8% menos en relación al promedio de la última década, que es de 90.776,21 hectáreas. Hasta noviembre se produjeron 18 grandes incendios forestales (es decir, con más de 500 hectáreas quemadas), tres menos que la media del decenio.

Del total de superficie afectada por las llamas, que supone un 0,236% del territorio nacional, 8.592,62 hectáreas corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a superficie leñosa, concretamente 39.540,35 hectáreas de matorral y monte abierto, y 17.375,66 hectáreas de zonas arboladas.

POR ZONAS

El noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentra un 44,80% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de los siniestros se repartieron entre las comunidades interiores peninsulares (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 35,45%; el área mediterránea, con un 18,85%, y Canarias, con un 0,90%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 47,62% pertenece al noroeste; un 24,76% al área mediterránea; un 24,38% a las comunidades interiores, y un 3,24% a Canarias.

En cambio, la mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el Mediterráneo (58,20%), por delante del noroeste (20,62%), las comunidades interiores (17,96%) y Canarias (3,21%).

El mayor incendio del año se declaró el pasado 27 de agosto en Almonaster la Real (Huelva) y quemó 12.101,35 hectáreas. El siguiente de la lista también comenzó ese mismo día en Cabezuela del Valle (Cáceres), con 4.118,78 hectáreas afectadas. Esos dos fuegos abarcan el 54% de lo calcinado durante el verano.