Así lo refleja el simulador de la factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al ser consultado por la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).

De hecho, el precio de la luz en 2020 fue el más bajo desde 2014, año en que se fijó el actual sistema de formación de los precios a través de la última gran reforma del sistema eléctrico.

La bajada registrada en 2020, que siguió la tendencia iniciada en mayo de 2019, se acentuó durante los meses de marzo, abril y mayo gracias a la caída de la demanda tras la declaración del estado de alarma, que permitió que se incrementara aún más la aportación de las renovables al mix de generación.

Desde entonces, cambió la tendencia y en septiembre el precio estuvo a punto de ser incluso más alto que el año anterior, algo que también pasó en noviembre y acabó ocurriendo en diciembre, cuando la luz fue un 7% más cara que un año antes.

El precio reflejó también el recorte aplicado por la CNMC a los peajes eléctricos desde el 1 de enero, lo que tuvo un impacto a la baja en la factura de alrededor del 1,5%. Sin embargo, en términos reales la bajada sería algo mayor, ya que en 2019, hasta abril, estaba suspendido el impuesto a la generación, lo que abarataba el recibo un 4%.

En el conjunto del año, los consumidores pagaron 181 euros por el término fijo, 372 euros por el consumo, otros 28 euros por el impuesto eléctrico y los restantes 122 euros por el IVA.