Guterres y Swing concluyeron este jueves una misión conjunta en Túnez para evaluar la situación de los desplazados y refugiados que huyen de la violencia en Libia.

Además, el Gobierno argelino ha informado oficialmente a Acnur de que sus fronteras permanecerán abiertas a todas las personas que huyen de Libia, por lo que esta agencia de la ONU desplegará en breve un equipo en la zona fronteriza entre Libia y Argelia.

Según Acnur, más de 230.000 personas han huido de la violencia en Libia, de ellas unas 118.000 rumbo a Túnez, 107.000 hacia Egipto, 2.000 por Níger y más de 4.300 a Argelia.

Por otro lado, Acnur y la OIM señalaron que cerca de 2.500 personas llegan diariamente a la frontera entre ambos países, aunque el ritmo de evacuación de inmigrantes en vuelos es inferior al de las llegadas, con entre 800 y 1.200 extranjeros que son repatriados cada día.

Actualmente, unas 17.000 personas de 25 países, la mayoría de ellas de Bangladesh, están alojadas en el campamento de Choucha, en la zona fronteriza entre Libia y Túnez. Todas ellas se encuentran a la espera de poder viajar a sus lugares de origen.

Acnur y la OIM han renovado su solicitud más vuelos de largo recorrido a Bangladesh y otros destinos de Asia y África subsahariana, y recalcaron que actualmente hay un déficit de unos 70 vuelos diarios.

Por último, personal de Acnur sobre el terreno ha asegurado que unas 4.500 personas se encuentran atrapadas entre las frontera de Libia y Egipto y la mayoría de ellos son de Bangladesh y duermen a la intemperie.