La directiva de capital establece un umbral de fondos propios y pasivos admisibles que deben reunir los bancos el 1 de enero del 2024, con un requerimiento intermedio que deben cumplir el 1 de enero de 2022.

La fijación de esta hucha, denominada como MREL, la fija la Junta Única de Resolución a cada entidad en tres parámetros: MREL total, MREL subordinado y en función del ratio LRE.

En el caso de Caixabank implica que su MREL total deberá ser igual a un 20,19% de sus activos ponderados por riesgo en enero del 2024, y del 19,33% en el año 2022.

Si a esa hucha se añade el requisito combinado de colchones de capital, la tasa que deberá alcanzar para entonces es del 22,95% y 22,09%, respectivamente.

En ambos casos Caixabank supera ya dichos umbrales, ya que su MREL total era del 25,1% a finales del pasado mes de septiembre y del 21,6% el MREL subordinado, también superior al 16,26% que la autoridad europea le exige tener en el año 2022 y el 16,26% para el 2024.

La entidad cumple también cumple con el ratio LRE, ya que en septiembre se situó en el 9% en su cómputo total frente al 6,09% que le reclama la Junta Única de Resolución a partir del año 2022.