En un comunicado, trasladó sus dudas sobre la viabilidad de atender al mismo tiempo las necesidades derivadas de la campaña de vacunación y mantener operativas las consultas de enfermería, imprescindibles para el seguimiento de enfermos crónicos o hipertensos, entre otros.

"Con las plantillas mermadas tras años de recortes en Atención Primaria" resultará difícil hacer frente a la vacunación y al mantenimiento de los servicios habituales, advirtió. “Estamos cansadas de ver cómo se nos exigen sobreesfuerzos, cómo se abandona a la Atención Primaria, cómo se ignoran nuestros derechos y cómo se priorizan otros espacios asistenciales (Ifema o el Hospital Enfermera Isabel Zendal), en vez de potenciar la atención más cercana a los usuarios”, explicaron desde Satse Madrid.

El sindicato apuntó que cuando se puso en marcha el hospital de Ifema se desmantelaron gran parte de los centros de salud y agregó que en la actualidad muchos siguen aún cerrados, como los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP).

“Otros funcionan al ralentí, ya que desde el Gobierno regional siguen sin darse directrices claras para que los centros de salud vuelvan al 100%, como antes de la pandemia”, criticó.

Según Satse, la Comunidad de Madrid es de las regiones con menos enfermeras por habitante en Atención Primaria de toda España, los salarios son de los más bajos y, por el contrario, el nivel de exigencia es de los más elevados. “Tal vez sea por eso que trabajar en el Sermas resulte tan poco atractivo”, concluyó.