Durante el tradicional discurso de Nochebuena, el jefe del Estado se desmarcó así del comportamiento de su padre, a quien la Fiscalía del Tribunal Supremo y la Agencia Tributaria están investigando por presuntas irregularidades durante los últimos seis años en la percepción de dinero y en gastos personales con cargo a tarjetas bancarias de empresarios amigos.

El monarca actual dedicó apenas dos párrafos de las 1.697 palabras de su intervención a expresar oficialmente su compromiso ético en el ejercicio de la vida pública justo en el año en el que han salido a la luz abundantes informaciones periodísticas sobre los manejos de dinero de su padre, que han llevado a que desde dentro del Gobierno se abra incluso una campaña de desgaste a la monarquía y a favor de la instauración de la república por parte de los ministros de Unidas Podemos.

Don Felipe no habló de su padre y tampoco había fotografías suyas en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, desde el que esta vez retransmitió su mensaje navideño a los españoles. De hecho, desde su proclamación como rey en 2014 sólo ha aparecido Juan Carlos I en dos ocasiones.

La primera vez fue aquella misma navidad con una fotografía de padre e hijo en la abdicación. La segunda sucedió en 2016 con otras dos imágenes: una de toda la familia en el balcón del Palacio Real tras la proclamación de Felipe VI en el Congreso y otra en blanco y negro de don Juan Carlos y doña Sofía colocada en un mueble del despacho actual del monarca.

Sin necesidad de hablar del anterior jefe del Estado, este discurso de Nochebuena de Felipe VI incluyó un mensaje evidente sobre él y el comportamiento personal que ha tenido en los últimos años, por el cual este verano salió de España y se marchó a Emiratos Árabes Unidos para reducir el daño de sus actuaciones a la Corona.

"Ya en 2014, en mi proclamación ante las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personas o familiares", dijo.

Tras reivindicar la vigencia de la Constitución de 1978 y recordar que "todos tenemos el deber de respetar" su contenido, el Rey defendió que "necesitamos también preservar los valores éticos que están en las raíces de nuestra sociedad", además de los principios democráticos y el cumplimiento de las leyes que la conforman.

Felipe VI utilizó así el discurso para ratificar una vez más su compromiso de ejemplaridad y prometer a los españoles que, como rey, trabaja para estar "con todos y para todos. "No sólo porque es mi deber y mi convicción, sino también porque es mi compromiso con todos vosotros, con España", apostilló.

APOYOS FRENTE A LOS ATAQUES DE PODEMOS

Antes de acabar el mensaje de Nochebuena, mencionó a la reina Letizia y a sus hijas -la princesa de Asturias, doña Leonor, y a la infanta Sofía- para agradecer "todas las muestras de afecto y apoyo que nos habéis transmitido este año", en el que el cuestionamiento de la Corona ha llegado al Gobierno de España con los ministros de Unidas Podemos, que desde el verano han intensificado sus declaraciones públicas contra la primera institución del Estado y están expresando repetidamente su deseo de derrocar el actual sistema de monarquía parlamentaria para avanzar hacia una república.

En años anteriores, las referencias en su discurso a la reina y a sus hijas se habían producido en el inicio del discurso a modo de saludo pero Felipe VI incluyó esta vez la referencia al final para destacar los respaldos que han recibido desde numerosos ámbitos políticos, económicos y sociales frente a los ataques recibidos desde Unidas Podemos y otros socios de investidura de Pedro Sánchez.

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha sido, junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien más ha defendido al monarca desde dentro de La Moncloa al diferenciar el comportamiento de Juan Carlos I de la institución y expresar su apoyo público a Felipe VI.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha sido uno de los actores económicos y sociales que más ha dado la cara por la Corona cuando salían publicadas más informaciones adversas sobre el comportamiento de Juan Carlos I y recientemente afirmó que su papel es "esencial" para la internacionalización de las empresas por su contribución en la apertura exterior y su involucración en defensa de los intereses de España.

Otra de las iniciativas a favor de la Corona que más respaldo cosecharon este año, a la vez que controversia, fue el vídeo promovido por la exportavoz del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo con motivo de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, que unió a exministros, representantes de la política actual, de la cultura y de la economía apenas dos semanas después de que el Gobierno de Pedro Sánchez vetara la participación del Rey en Cataluña en un acto de entrega de despachos a nuevos jueces y magistrados.