El jefe del Estado hizo esta apelación durante su tradicional discurso de Nochebuena, retransmitido por televisión desde el Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela, arropado por las banderas de España y de la Unión Europea, así como de un ejemplar de la Carta Magna.

Tras repasar los desafíos y retos que el país tiene por delante tras la crisis sanitaria, social y económica provocada por la pandemia de Covid-19, don Felipe defendió el "sistema de convivencia democrática" que tiene España desde la muerte del dictador Francisco Franco como el mejor pilar sobre el que construir la reconstrucción en medio de "tanta incertidumbre" generada por el coronavirus.

"Nuestra Constitución nos garantiza nuestro modo de entender la vida, nuestra visión de la sociedad y del ser humano, de su dignidad, de sus derechos y libertades. Una Constitución que todos tenemos el deber de respetar, y que en nuestros días es el fundamento de nuestra convivencia social y política", dijo.

El Rey defendió el logro y la herencia de la Transición española, que los ministros de Unidas Podemos cuestionan incluso dentro del Gobierno, al igual que los socios independentistas del presidente Pedro Sánchez. Proclamó que la Constitución "representa, en nuestra historia, un éxito de y para la democracia y la libertad".

UNIDOS EN LA PLURALIDAD

Aseveró que "los avances y el progreso conseguidos en democracia son el resultado del reencuentro y el pacto entre los españoles después de un largo periodo de enfrentamientos y divisiones". "Son el resultado de querer mirar juntos hacia el futuro, unidos en los valores democráticos".

También defendió permanecer "unidos en un espíritu siempre integrador, en el respeto a la pluralidad y a las diferencias, y en la capacidad de dialogar y alcanzar acuerdos". "Son principios que no pierden nunca cigencia por el paso de los años", espetó frente a la fuerte división que existe en estos momentos entre los partidos que facilitaron la investidura de Pedro Sánchez hace menos de un año y el resto de las formaciones de la oposicion.

El monarca manifestó que "España es un país extraordinario, de una enorme riqueza y diversidad cultural, construido a lo largo de los siglos gracias al esfuerzo en muchas generaciones de españoles, y con una gran historia que ha sido, durante una epoca, la historia misma de nuestro mundo".