Economía
Calviño defiende “explorar” la eventual subida de 25 a 35 años para el cómputo de las pensiones y excluir los años de peor contribución
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La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, abogó este lunes por “explorar todas las alternativas” existentes para mejorar la viabilidad de las pensiones públicas y, de forma específica, la posibilidad de ampliar de 25 a 35 años el número de años que se toman para calcular la prestación inicial a quien se jubila, excluyendo los peores ejercicios.
Según explicó en una entrevista en laSexta recogida por Servimedia, el aumento de los años de cotización “es un proceso que ya se viene desarrollando” y responde a los cambios “que se están produciendo en nuestras propias vidas laborales, en las que cada vez hay vidas más variadas”, donde pueden darse ejercicios sin trabajo y sin cotización o con cotizaciones diferentes porque también las personas “cambian de puesto de trabajo”.
Calviño explicó que el ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ya está trabajando en la reforma de las pensiones con los agentes sociales y, entre otras cuestiones, “está planteando, por ejemplo, que los trabajadores puedan excluir del cómputo los años más negativos desde el punto de vista de sus prestaciones”.
La vicepresidenta económica indicó que la reforma debe acometerse en esta legislatura y cuenta con “un elemento muy positivo” de partida, que es el Pacto de Toledo, que permite separar este proceso del debate partidista y, que con el acuerdo adoptado recientemente, “ha abierto una serie de pistas y de elementos sobre los que vamos a estar trabajando”.
Los trabajos iniciados por Escrivá con los agentes sociales van en la línea, según indicó, con la finalidad última de “asegurarnos de que seguimos teniendo pensiones dignas dentro de 20 y 40 años”. Eso, abundó, obliga a “explorar distintas alternativas que, por supuesto, tienen que contar con un amplio consenso social, porque las reformas de las pensiones no pueden ser unilaterales”, sino que “tienen que perdurar en el tiempo y tienen que responder a las prioridades y a la visión de conjunto de la sociedad”.
Calviño quiso desligar esta decisión de las reformas que pueda solicitar Bruselas indicando que en los próximos años y, sobre todo cuando se produzca la jubilación de la generación del ‘baby boom’, “si queremos mantener el poder adquisitivo de las pensiones, tenemos que asegurarnos de que hay un equilibrio entre los ingresos y los gastos”, y para eso hay que analizar y sospesar “distintas alternativas”.
No obstante, quiso lanzar un triple mensaje de confianza a la ciudadanía asegurando que “pueden estar muy tranquilos porque tenemos un compromiso firme con la revalorización de las pensiones”, se va trabajar para que el sistema, “no ahora sino dentro de 30 y 40 años”, sea “más fuerte de cara al futuro” y “porque vamos a afrontar estas reformas o abordar estas reformas buscando el máximo consenso político y social”.
(SERVIMEDIA)
21 Dic 2020
ECR/clc