Dijo que la citada armonización, “además de ser inconstitucional, golpearía de lleno los bolsillos de los madrileños y la economía de la región, convertida hoy en el principal motor del país”.

Indicó que por eso el Gobierno de la Comunidad de Madrid “seguirá bajando impuestos” y manifestó que “no vamos a aceptar que se nos imponga el socialismo salvaje que sólo busca perjudicar a los madrileños”.

Explicó que las decisiones fiscales que afectan a Madrid, sobre los tributos en los que las comunidades autónomas tienen competencia, “se toman en el seno de esta Asamblea, representación democrática de los ciudadanos de la región”.

“No se imponen ni desde La Moncloa ni desde la Generalitat de Cataluña”, afirmó el consejero, quien destacó que “nos opondremos por todas las vías, tanto políticas como jurídicas, a la alianza social-comunista y separatista que pretende freír a impuestos a los madrileños, dinamitando nuestra autonomía fiscal y financiera, atentando contra el ordenamiento jurídico vigente y hasta contra la propia Constitución”.

Manifestó que “el pretexto de la armonización fiscal no va a ser un trágala para subirle los impuestos a los madrileños: 5.900 millones sería el coste de la factura, 2.000 euros al año por contribuyente, el salario medio de un madrileño al mes”.

“Nos van a tener enfrente, y no sólo al Gobierno de la Comunidad de Madrid, sino a millones de madrileños”, aseguró.

El consejero, que compareció ante esta Cámara regional para informar sobre las rebajas fiscales que anunció el Gobierno de la Comunidad de Madrid para la presente legislatura, dijo que “nuestro compromiso sigue adelante y más firme que nunca”.

“Lo mejor que se puede hacer contra la crisis económica que ha causado el coronavirus es bajar impuestos, tanto para reducir la carga que soportan familias y empresas como para impulsar la recuperación, tal y como han hecho la mayoría de países de la UE”, señaló.

EL PP RECHAZA EL "SOCIALISMO SALVAJE"

Tras indicar que el Gobierno de Sánchez "va a contracorriente, ya que pretende disparar los impuestos cuando la economía aún no se ha recuperado", señaló que la Comunidad de Madrid, sin embargo, "rechaza ese socialismo salvaje y seguirá defendiendo, contra viento y marea, el modelo de libertad económica e impuestos bajos que le ha llevado al éxito económico en los últimos 16 años".

Asimismo, dijo que "a lo largo de la legislatura reduciremos medio punto en cada uno de los cinco tramos de la tarifa autonómica del IRPF".

A su juicio, "este descuento beneficiará a todos los madrileños, pero en especial a los tramos de menor renta, y con progresividad: en el primero de ellos, la rebaja del tipo impositivo será de un 5,6%, al pasar del 9 al 8,5%; en el segundo, de un 4,5%; en el tercero, de un 3,8%; en el cuarto, de un 2,8%; y en el quinto y último, de un 2,4%".

De esta forma, añadió, "Madrid se consolidará como la región donde menos tributan por IRPF las rentas más bajas. En la última década, hemos recortado este impuesto un 25% a las bases imponibles del tramo inferior de la escala, y un 2,3% a las de mayor renta".

"Esta política de impuestos bajos, que ya se prolonga durante 16 años consecutivos, ha contribuido de forma esencial a la creación de riqueza y empleo de la Comunidad de Madrid", según Lasquetty, que manifestó que en ese período "los madrileños se han ahorrado más de 48.000 millones de euros en impuestos , dejando en sus bolsillos una media de 15.000 euros por contribuyente".

Consideró que "está demostrado que una fiscalidad baja produce un efecto positivo en la mejora de las tasas de actividad, en el dinamismo mercantil y productivo, en la creación de empleo, en la constitución de empresas y en la atracción de inversiones" y que "son éstos, y no otros, los pilares que sostienen la financiación de los servicios públicos fundamentales, ya que una mayor actividad económica acaba traduciéndose en una mayor recaudación".