Desde el año 2000, la Fundación Pequeño Deseo tiene la misión de "cumplir los deseos de niños gravemente enfermos para apoyarles en su lucha", ya que esta labor contribuye en gran medida a mejorar el bienestar de estos pacientes. Este es el motivo que ha llevado al futbolista del Alavés a convertirse en embajador. "Tenía muchas ganas de encontrar un proyecto solidario en el que implicarme y que estuviera centrado en la infancia", afirmó.

Su primera tarea como embajador ha sido cumplir el deseo de Nora, una niña de Bilbao de 8 años que se ha enfrentado a una enfermedad oncológica. "Nora soñaba con charlar con su ídolo, el futbolista Aduriz, y Jota no sólo hizo los trámites necesarios para hacerlo posible sino que, además, acudió personalmente a conocerla y así ser él quien le diese la sorpresa", explicó Elsa González, responsable de deseos en el País Vasco, y añadió que "en cuanto se lo pedimos, se puso manos a la obra y lo logró".

"Me imaginaba que cumplir un deseo sería un momento muy bonito, pero superó todas mis expectativas. Al sentir la ilusión de Nora y su emoción comprendí la importancia que tiene, en medio de una situación tan difícil para un niño y su familia, esta inyección de energía positiva", declaró Jota, quien también le entregó una camiseta firmada por Aduriz.