Lo dijo durante su participación en el acto de imposición de las ‘Medallas Balmis’ a un total de 20 militares y civiles, en el que también se presentó el informe ‘Misión Balmis’, que recopila la participación de las Fuerzas Armadas en esta operación que las involucró en la lucha contra el coronavirus durante la primera aplicación del estado de alarma.

En el acto también estuvieron presentes el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya; la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro; el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (Jema), general Javier Salto, y la directora del CNI, Paz Esteban, entre otras autoridades civiles y militares.

Durante su alocución, la ministra destacó que el de hoy era un “acto sencillo que sale del corazón” para reconocer la “generosidad” y “entrega” de aquellas personas que lucharon denodadamente contra la pandemia en el marco de la ‘Operación Balmis’.

Agradeció a las Fuerzas Armadas que “siempre estén con los ciudadanos, sirviendo a los españoles en los momentos más difíciles, haciéndolo con humanidad, generosidad, entrega y dedicación”.

Tras reiterar que los militares han escrito una “página gloriosa” en la historia de España y constatar que el país tiene una “deuda de gratitud impagable” con ellos, les exhortó a que “no dejen nunca atrás a España, sigan comprometiéndose con España, defendiéndola y representándola como lo hacen, con esa dignidad, con ese orgullo y con esos valores que tienen las Fuerzas Armadas”.

Por su parte, el Jemad presentó el informe ‘Misión Balmis’ dando cuenta de los 98 días de lucha de las Fuerzas Armadas contra la pandemia, un documento que “tiene vocación de permanecer en el tiempo” al describir el “planeamiento, ejecución y resultados del mayor despliegue militar llevado a cabo en tiempos de paz, con un único objetivo, salvar el mayor número de vidas”.

Por parte de los condecorados, tomó la palabra el coronel Enrique Bartolomé, director de la Escuela Militar de Sanidad, quien se incorporó a la UCI del madrileño Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’.

Lo hizo para ensalzar a los participantes en la ‘Operación Balmis’ como arquetipos de la “vocación de servicio”, el “espíritu de sacrificio” y el “sentido del deber”, y para proclamar, recordando lo establecido en el artículo 55 del Reglamento para la organización, régimen y servicio de las Brigadas Sanitarias, que “el sanitario siempre fiel a sus deberes, sereno ante el peligro, tanto en los combates como en las epidemias y contagios, desempeñará sus funciones con abnegación y cariñosa solicitud, teniendo en cuenta que el valor, en estos casos, no es sólo eminente sino que puede ser heroico”.