A estas desigualdades, se suma que son las mujeres las principales víctimas de violencia sexista y que son más vulnerables al tráfico de seres humanos, según denuncia el sindicato en un informe publicado este lunes con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo.

Además, estas diferencias entre hombres y mujeres, que en los últimos años se han ido acortando, han sufrido un “cambio de tendencia” en 2009 y 2010.

Así, se registró un incremento de la población activa femenina en el último trimestre del pasado año, mientras que el número de hombres activos disminuyó durante este periodo.

Al mismo tiempo, en el periodo entre 2009 y 2010 aumentó en mayor medida el paro de las mujeres que el de los hombres, al contrario de lo sucedido en los años anteriores.

La tasa de empleo también sigue siendo más baja entre las mujeres (53,2%) que entre los hombres, aunque en ambos casos hubo un descenso de la ocupación durante el último año.

No obstante, el estudio muestra que durante el pasado ejercicio se registró un dato novedoso, que es el aumento de la ocupación a tiempo parcial de los hombres y la caída entre las mujeres. Sin embargo, las mujeres siguen representando el 77,2% de las personas que trabajan a tiempo parcial.

Este hecho se explica por la distinta dedicación a las labores del hogar y al cuidado de familiares. El informe muestra que las mujeres dedican una media de casi seis horas (5 horas y 59 minutos) diarias al trabajo doméstico, mientras que los hombres emplean menos de la mitad (2 horas y 20 minutos).

Asimismo, un 27,3% de las ocupadas a tiempo parcial lo hace por tener que cuidar a un familiar, mientras que sólo un 3,4% de los hombres está en esta situación.

Un hecho asociado a esta realidad es que el número de hijos disminuye la tasa de empleo de las mujeres mientras que incrementa la de los varones.

En cuanto a la ausencia de mujeres en cargos de responsabilidad, el sindicato recuerda algunos datos recogidos en la estrategia de Igualdad de Género de la UE 2010-2015. Estas cifras muestran que sólo el 18% de los puestos de responsabilidad en los bancos centrales de los países de la Unión, el 15% en las instituciones financieras, y el 11% en los consejos de administración de grandes empresas están ocupados por mujeres.