En este sentido, también apostó en el foro organizado en Málaga por Nueva Economía Fórum por otorgar más peso a los ayuntamientos, que en muchos casos dedican casi el 30% de su presupuesto a actividades que no les corresponden.

Durante su intervención fue preguntado sobre el papel de las diputaciones y su posible desaparición en caso de que gobernara el PP, una posibilidad en la que no quiso entrar, aunque sí indicó que es necesario delimitar su función y su comportamiento.

Como medidas económicas para salir de la crisis, apostó por la creación de una Ley de Estabilidad Presupuestaria que propicie que el déficit público se pueda limitar y que las administraciones presupuesten con techo de gasto.

En cuanto a reformas tributarias, manifestó que es necesario bajar los impuestos, al igual que su partido ya hizo en 1996, porque la subida de impuestos, dijo, impide la recuperación. En este sentido, advirtió de que habría que cambiar la naturaleza del IVA, un impuesto que, a su juicio, se debería pagar cuando las facturas emitidas se cobren y no antes.

Para llegar a la tan ansiada recuperación económica, Montoro apostó por una reforma laboral que pase por un cambio en la negociación colectiva que enfoque los salarios a la realidad de las empresas, con criterios de productividad. Asimismo, explicó que la formación profesional tendría que ser un derecho de los trabajadores a lo largo de toda la vida, que habría que luchar contra el absentismo laboral y que habría que dotar de mayor seguridad jurídica tanto al empleador como al empleado.

Montoro también destacó la necesidad de reformas en el ámbito energético, con “políticas energéticas y saliendo de ideologías que lastran el crecimiento económico”.

En cuanto al papel de las empresas, indicó que hay que enfatizar en la necesidad de aplicar procesos de internacionalización e innovación. “Hay reformas que no son sencillas, pero que sí van al corazón de nuestros problemas”, afirmó.