“Lo que está sucediendo en Canarias, incluido el esperpéntico episodio de sacar a casi 200 personas del muelle de Arguineguín y dejarlas en el pueblo, es el resultado de la falta de coordinación, pero también de una política de no inversión en inmigración para no alentar el efecto llamada”, criticó el sindicato en un comunicado.

A su juicio, se trata de una política "equivocada que incluye también la falta de los medios materiales y humanos necesarios en las oficinas de extranjería, y que no se compadece con los continuos llamamientos de España a la solidaridad del resto de los Estados miembros de la Unión Europea en el control de las fronteras exteriores”.

Para UGT, “es difícil que el Gobierno reclame tal solidaridad cuando no hay un mecanismo que permita esa solidaridad dentro de nuestro propio país”, que permita traslados ágiles a otros lugares para garantizar los derechos de las personas migrantes y evitar así que ciertas poblaciones “se conviertan en permanentes centros de detención de extranjeros”.

El sindicato aseguró entender que, “ante un caso excepcional, la reacción adecuada no sea inmediata”. Sin embargo, “no hay justificación en que las medidas sean siempre de urgencia, descoordinadas y primando el enfoque securitario por encima del humanitario”, criticó, en especial “cuando son situaciones que se producen cíclicamente”.