Según informó la Policía Nacional, agentes y perros han recibido un curso de perfeccionamiento en la búsqueda, localización y recuperación de restos humanos (REHU) ante la creciente demanda institucional y social de este tipo de tareas.

Hasta ahora los agentes y perros eran adiestrados periódicamente en la ubicación de personas vivas. Con este curso, los policías han adquirido las habilidades necesarias para adiestrar y dirigir a los perros en la especialidad de la búsqueda de cadáveres.

En esta actividad formativa se han impartido los conocimientos teóricos y prácticos para la localización de cadáveres o restos humanos, bien de personas desaparecidas o que se presume que han podido fallecer, de víctimas de homicidios o asesinatos.

Este curso se ha centrado en varias áreas de trabajo, la primera de las cuales es la búsqueda de restos humanos en grandes áreas, es decir, cuando desaparecen personas en zonas deshabitadas o en parajes alejados de los núcleos urbanos.

El segundo aspecto es la búsqueda de restos humanos inhumados, que consiste en tratar de localizar, en un área concreta, el cadáver de una persona, o restos de ella, enterrados.

Los perros de la Policía también han sido adiestrados para cuando, en el marco de una investigación policial, se requiera acotar un espacio físico en el que es posible se encuentre depositado algún tipo de fluido biológico, como por ejemplo sangre.

A lo largo de este curso se ha instruido a los perros realizando diversas simulaciones, para ello se han utilizado pseudo-olores sintéticos que se asemejan al hedor que desprende un cuerpo en descomposición, diferenciándose si el cadáver es reciente o lleva varios días fallecido. También se han realizado ejercicios enterrando restos de cerdos para ser localizados por los canes ya que la cadena de descomposición de este animal es muy similar a la del ser humano.