Ambos llegaron a la Audiencia Nacional diez minutos antes de la hora fijada para su comparecencia. Fuentes presentes en el careo aseguraron que hubo momentos de tensión entre los dos protagonistas y que el magistrado tuvo que llamar a la calma al exministro, que atacó duramente al que fuera su mano derecha.

Buena parte de la comparecencia se centró en debatir sobre la veracidad de los mensajes SMS que había enviado Fernández Díaz y que revelarían que estaba al tanto de la operación, llegando a nombrar directamente al topo que había colocado la policía para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas. Se trataba del chófer de la familia, Víctor Ríos, que tenía encomendado sustraer documentación sensible para el PP y evitar que llegara a manos del juez.

Fernández Díaz se mantuvo firme en su versión de que no estaba informado de esa operación y en que los mensajes que se le atribuyen no eran suyos ni los conocía. Así, aseguró al juez que los SMS que Martínez certificó ante notario estaban manipulados y llegó a acusar al secretario de Estado de Seguridad de pedir el borrado de algunos de ellos.

También discrepó sobre el uso de la letra 'k' en lugar de 'que' en los mensajes. Martínez insistió en que el exministro usaba esa fórmula en sus mensajes, mientras que el que fue su superior lo negaba.

La distancia entre ambos se puso de manifiesto desde su llegada. El coche del exministro del Interior le dejó junto a su abogado Jesús Mandri en la calle Génova. El exsecretario de Estado de Seguridad llegó a pie por la Plaza de la Villa de París, también con sus abogados.

Tanto el que fuera ministro en el primer Gobierno de Mariano Rajoy como el ex secretario de Estado de Seguridad, comparecen como investigados en esta pieza separada del 'caso Tánde'´, en la que se investiga la operación parapolicial que se habría puesto en marcha con cargo a los fondos reservados para sustraer documentación comprometedora para el PP de manos de Bárcenas.