Benito denunció que el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida pretende que una empresa privada controle a las concesionarias para que cumplan los estándares de calidad y propongan sanciones si no lo hacen. Hasta la fecha, estas labores las están realizando funcionarios y, cambiar de sistema, “va a propiciar favoritismos, corruptelas y connivencias entre la empresa que vigila y quien tiene que ser controlado”.

Por ello, el edil solicitó que se contrate a 2.500 trabajadores para limpiar, 500 más de los que prevé el Ayuntamiento, y que se establezcan plantillas mínimas por lotes. “Exigimos que no se acepten bajas excesivas o temerarias sobre el precio fijado en los nuevos contratos porque solo sirven para que Madrid esté siempre sucia”, apostilló.

El Gobierno municipal anunció un aumento del 45% en el nuevo contrato de limpieza, pero sobre el precio de licitación, de modo que, “si se admiten bajas del 15% al 20%, el incremento puede ser mucho menor”, por lo que el concejal socialista exigió que la subida sea “real y no ficticia”.