En un desayuno informativo en Madrid, la comisaria apostó así por la aprobación de medidas para mejorar la eficiencia energética de los edificios.

En su opinión, todo el conjunto de la UE-27 está fuera del "camino correcto para avanzar en eficiencia energética". Aunque "España ha hecho mucho en el campo de las renovables y políticas de cambio climático", Hedegaard cree que "aquí hay más cosas que se podrían hacer" para reducir el consumo de energía.

"Invertir para hacer que los edificios se autoalimenten crearía puestos de trabajo en el sector de la construcción, que tanto sufre ahora, y tendríamos que comprar menos petróleo en Libia y en otros países", explicó Hedegaard.

Se refirió también a la reducción a 110 kilómetros por hora (km/h) de la velocidad máxima para conducir en autovías y autopistas, y aseguró que en su país, Dinamarca, se redujo la velocidad de 140 a 110 km/h y "la diferencia en el consumo fue enorme".

Sin embargo, rehusó pronunciarse sobre el carácter temporal que tendrá esta medida. "Ese debate debe hacerse en España", añadió.

CARTA A SEBASTIÁN

La comisaria hizo también referencia a la carta que la Comisión Europea ha remitido al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, por el recorte retroactivo a la energía fotovoltaica.

"La Comisión no va a interferir, pero se oyen muchas quejas de inversores, y pido cuidado. España no está haciendo las cosas mal, sólo se pide cuidado para no asustar a los inversores", explicó.

Por otra parte, Hedegaard recomendó apostar por "un transporte más limpio" para reducir la contaminación de las ciudades españolas.

En cuanto a la energía nuclear, recordó que "no es una energía barata", e informó de que en Dinamarca, "que tiene inviernos largos, la gente tiene turbinas y generadores de viento que en España se podrían implantar muy bien".

Anunció también que la Comisión Europea tiene previsto aprobar la próxima semana una "hoja de ruta" para la reducción de las emisiones para el año 2050, y cuestionó la sostenibilidad a largo plazo de los proyectos para la compensación de emisiones en terceros países.

"Actualmente, parte del esfuerzo de Europa se ha desviado a estos procesos. Estoy a favor, pero en 2030 no va a haber formas baratas de compensación en otros países. A largo plazo no es muy inteligente mandar dinero a nuestros competidores en lugar de invertirlo en nosotros", prosiguió.

También informó de la reunión convocada para el 15 de marzo "para abordar medidas a largo plazo" que eviten ataques informáticos como el que obligó en enero a cerrar el mercado de carbono, y subrayó la necesidad de "conseguir un acuerdo internacional vinculante" para combatir el cambio climático.

Finalmente, se mostró convencida de que "es rentable" reducir las emisiones en un 25% para 2020, y en un 40% para 2030.

"No es un ejercicio de castillos en el aire. Si tomamos decisiones poco inteligentes para el clima, podemos pagar el precio", concluyó la comisaria.