"Formar a los jóvenes en valores de respeto, solidaridad y humanidad es la mejor inversión", sentencia en una de las grabaciones Ángel Alonso Arroba, embajador en Misión Especial para la Ciudadanía Española del Ministerio de Asuntos Exteriores, y exestudiante de UWC Atlantic.

El acceso a este programa académico, con el que ya han sido escolarizadas más de 60.000 personas en cuatro continentes a través del Bachillerato internacional en inglés y un servicio social, es mediante becas.

Sergio Pardo, director de proyectos en la concejalía cultural de Nueva York y UWC Adriatic, reconoce que su formación en Colegios del Mundo Unido determinó la elección de su carrera: "La raíz de lo que soy y a lo que me dedico surge de la oportunidad que tuve de convivir a mis 16 años con 200 estudiantes de 86 nacionalidades diferentes en un marco educativo que buscaba unir a personas, naciones y culturas por la paz y un futuro sostenible".

Pardo admite que el servicio social semanal que desarrolló en un campo de refugiados en Eslovenia le demostró el poder del arte. Hoy Pardo ayuda a fomentar políticas e iniciativas culturales que alientan a la sociedad a replantearse la manera en la que actúa.

LLAMADA

La campaña, con el lema 'Responde a la llamada', busca demostrar que la educación transforma a la sociedad y sirve para impulsar el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza y la violencia.

"El impacto económico de UWC va más allá de la donación", opina Pablo Santaeufemia, antiguo UWC USA. Santaeufemia es el CEO y el cofundador de Bridge for Millions, una incubadora online cuyo objetivo es democratizar el acceso a la innovación a través de programas que unen a emprendedores y mentores. "Trabajamos para que se reduzcan las desigualdades económicas. Hemos ayudado a 1.600 empresarios, 43% mujeres, en 72 países diferentes", detalla.

UWC defiende que los valores "son el mejor antídoto para desafíos como los que suponen emergencias como la generada por la pandemia de Covid-19" y que la crisis actual ha puesto de manifiesto que los países y empresas mejor preparados para responder a las coyunturas desfavorables son los que se toman en serio principios como la sostenibilidad y la humanidad.

"Con 15 años no sabía ni que terminaría dirigiendo mi propia empresa ni que existía el emprendimiento social. Mi interés por la educación procede de mi experiencia en UWC, fue allí donde entendí que las becas pueden cambiar vidas y que todos tenemos el potencial para impactar positivamente en el mundo", afirma Cristina Balbás, cofundadora y directora de Escuelab y UWC Hong Kong. Escuelab acerca la ciencia a los niños y les despierta la vocación investigadora. "Hemos apoyado ya a más de 15.000 niños; 20% han recibido becas", explica Balbás.