En unas declaraciones a los medios de comunicación antes de reunirse con el secretario general de CCOO, Unai Sordo, para hablar de las cuentas públicas, la ministra fue preguntada sobre las palabras del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien señaló hoy que en la medida en que hay “riesgos apreciables de que el repunte de la actividad en 2021 no sea tan intenso como el previsto”, también existiría un “riesgo de desviación en cuanto a la previsión del déficit público, de la tasa de paro y de la inflación en ese año”.

Montero señaló que “es una crítica generalizada” a todos los presupuestos de los países europeos y que “puede haber distintas opiniones” respecto al proyecto español. La opinión del Banco de España “es importante para este Gobierno”, dijo.

“Yo no la llamaría optimista” a la previsión fiscal, sino “rigurosa” y “sometida a los vaivenes del ciclo económico”, según la ministra, quien indicó que se ha elaborado con la información disponible, contando con la aportación de 27.000 millones de fondos europeos y reflejando las medidas para garantizar las rentas.

Además, defendió que las previsiones económicas “están siendo mejor de lo que planteaban algunos agoreros”.

Por su parte, Sordo consideró que los cálculos de CCOO reflejan una mejora de la recaudación para el próximo año que no supera los 3.500 millones de euros reales y las mejoras derivadas de la subida en IRPF y Sociedades en el presupuesto son “muy modestas”. Además, los ingresos por el IVA y los impuestos a las transacciones financieras y la digitalización “están sobredimensionados”, a juicio de CCOO. “Hay que ser mucho más ambiciosos en el medio plazo”, defendió Sordo.

Por otra parte, el dirigente sindical consideró que “tener una política más laxa -en la gestión del coronavirus- para salvar la Navidad puede mejorar el consumo interno en 15 días, pero puede tener el país parado en febrero”.