Según la fiscal encargada del caso, Dolores Delgado, estos nueve presuntos terroristas islamistas pertenecían al Grupo Islámico Combatiente Marroquí, asociado a la red de Al Qaeda, organización terrorista autora de los atentados del 11-M y del perpetrado contra la Casa de España de Casablanca (Marruecos) el 17 de mayo de 2003.

A través de dos células, una en Madrid y otra en Cataluña, los terroristas captaban y adoctrinaban a nuevos militantes y posteriormente los enviaban a Iraq para cometer ataques suicidas.

Ambas células eran coordinadas por Omar Nakcha, quien, “bien desde Bélgica o bien residiendo en España, marcaba las pautas y las líneas a seguir en el adoctrinamiento, captación, aportación de documentos, financiación del envío de operativos a Iraq para la comisión de atentados terroristas”.

La célula catalana estaba liderada por Mohamed Mrabet Fashi. Este terrorista creó “un espacio ideológico de adoctrinamiento” en torno a la mezquita de Al Furkan, en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú, para captar jóvenes que quisieran practicar la “jihad” en Iraq.

El imán de esta mezquita, Mohamed Samadi, también se encuentra entre los acusados ya que, según la fiscal Delgado, participaba en las labores de adoctrinamiento de nuevos terroristas y destinada parte del dinero que obtenía a través de su servicio religioso a financiar la “jihad”.

Entre otros suicidas, Mrabet Fashi envió a Iraq a los también acusados Saffet Karakoc y Hassan Mourduode, quienes no consiguieron inmolarse en un atentado y volvieron a España, donde fueron detenidos.

Otros de los miembros de esta célula que se sentarán en el banquillo de los acusados son Mustapha Es Satty y Mohamed Anouar Zaoudi.

Por su parte, la célula que operaba en Madrid esta dirigida por Djamel Dahmani. Su labor, al igual que la de Nakcha en Vilanova i la Geltrú, era reclutar nuevo terroristas, adoctrinarlos y darles el apoyo logístico necesario para que pudiese cometer atentados en Iraq. El lugarteniente de Dahmani en Madrid era Redouane Ayach, también acusado en la causa.

La fiscal Delgado acusa a Nakhcha, Mrabet Fashi y Dahmani de un delito de pertenencia a organización terrorista en grado de dirigentes, mientras que a Mrabet Fashi le atribuye un delito adicional de inducción al suicidio con finalidad terrorista.

A tenor de estas acusaciones, pide 18 años de prisión para Mrabet Fashi, 12 para Nakhcha y 10 para Dahmani.

Por su parte, la representante del Ministerio Público pide ocho años de cárcel para Karakoc, Samadi, Mourdoude y Ayach, mientras que solicita siete años de prisión para Es Satty y Anouar Zaoudi, todos ellos acusados de un delito de pertenencia a organización terrorista.

Esta previsto que el juicio se extienda a lo largo de varios días y no finalice hasta el próximo 19 de octubre.