Así lo señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde se aprobó el anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 que mañana, miércoles, llegará al Congreso de los Diputados.

Montero respondió que el Gobierno “presupuesta en base a las realidades que tiene por delante, no a hipótesis” y “veremos cómo evoluciona la situación pandémica y los sectores” de cara a un ajuste del presupuesto. Recordó que, a día de hoy, los ERTE con condiciones especiales por la crisis están extendidos hasta el 31 de enero de 2021 y “se contemplan las partidas correspondientes a esta cuestión”.

No obstante, precisó que “la previsión la iremos adaptando en función de cómo se vaya a comportar de forma definitiva” la evolución sanitaria.

Montero subrayó que “sería imposible hacer un presupuesto en base a hipótesis” que no están sustentadas en “ningún tipo de dato” y pidió “tranquilidad” porque “si el instrumento se tiene que prorrogar, encontraremos la financiación adecuada para hacerlo”.

Hasta septiembre, la parte de Seguridad Social había consumido unos 13.000 millones desde el inicio de la pandemia en marzo en las medidas para hacer frente al Covid-19, contando ERTE, ayudas a los autónomos o prestaciones por baja laboral, y una cuantía parecida se ha gastado en lo que respecta a prestaciones de desempleo derivadas de los ERTE.