Según la información remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), estos resultados no reflejan un impacto significativo por el Covid-19 y están en línea para alcanzar el objetivo de ganar 440 millones en el conjunto del ejercicio.

La mejora del beneficio se explica fundamentalmente por el control de gastos operativos y por un mejor resultado financiero debido al efecto positivo no recurrente de 18,4 millones de euros originado por las diferencias de cambio positivas generadas por la compra de dólares realizada para aumentar la participación en la estadounidense Tallgrass Energy y el resultado positivo por importe de 12,3 millones de euros por la actualización financiera de la cuenta relacionada con el Gasoducto del Sur Peruano.

De hecho, los ingresos totales se redujeron un 4,8%, hasta los 831 millones, y el beneficio bruto de explotación (Ebitda) un 5,2%, hasta los 727,4 millones.

La cifra del flujo de caja operativo (OCF) a 30 de septiembre de 2020 fue de 687,3 millones de euros, un 11,3% inferior al obtenido en 2019 fundamentalmente por un efecto de calendarización en el cobro de dividendos de sociedades participadas.

Las inversiones netas acumuladas al finalizar el tercer trimestre del año ascendieron a 819,7 millones de euros, donde destaca la inversión correspondiente a la operación de Tallgrass Energy. Como consecuencia de esta operación, Enagás aumentó su participación directa en Tallgrass Energy hasta el 30,2% mediante el desembolso de 762,8 millones de euros.

La deuda neta al finalizar el tercer trimestre del año 2020 ascendió a 4.119 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,7% con respecto a los 3.755 millones de cierre de 2019.