Sector financiero

Guindos avisa sobre el riesgo del “efecto precipicio” si ocurre una “retirada apresurada de los estímulos” que “lleve a una recaída intensa”

MADRID
SERVIMEDIA

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) Luis de Guindos, advirtió este lunes sobre la necesidad de evitar “el efecto precipicio” o “acantilado” con una “retirada apresurada de los de los estímulos que nos lleven a una recaída intensa”, si no “los hemos acompasado a las necesidades reales desde el punto de vista de la actividad económica”.

Guindos explicó durante su intervención en el 'XI Encuentro del Sector Financiero' organizado por Expansión en colaboración con KPMG, American Express y Microsoft que los estímulos “están jugando un papel fundamental” en el “sustento” de las economías y su repliegue “se tiene que ir produciendo de forma gradual, de forma acompasada con la evolución económica”.

“Sabemos perfectamente que es un equilibrio difícil de alcanzar, ya que si, por un lado, retiramos demasiado rápido estos estímulos, fundamentalmente los estímulos fiscales, caemos en el riesgo de una posible recaída de la actividad; pero, por otro lado, también sabemos que si son excesivos en el tiempo y en su intensidad se puede producir una situación de riesgo moral”, agregó reconociendo que la tarea es sumamente desafiante.

Durante su intervención detalló que la zona euro se comportó en el tercer trimestre en línea con las proyecciones del BCE y tendremos un rebote “ligeramente por encima del 8%” tras una reactivación “muy fuerte” vivida en los meses de mayo, junio, julio e, incluso, agosto, aunque los indicadores más recientes están constando ahora que hay “una pérdida de intensidad en la recuperación económica”.

“Es una recuperación incierta, es una recuperación incompleta y una recuperación desigual”, avisó. Incierta porque la pandemia evoluciona y parece que estamos en una segunda oleada, aunque “los gobiernos no van a aplicar, parece, confinamientos tan intensos y tan duros como los que vivimos en el mes de marzo, sino que van a ser mucho más específicos” y dirigidos tanto desde el punto de vista geográfico como por ámbitos, con la intención de “evitar una paralización económica como la que tuvimos en el mes de marzo y en el mes de abril”.

Será incompleta porque no se recuperará el nivel de renta previo a la crisis “hasta finales o bien entrado el año 2022” o, incluso, hasta los años 2023-2024 si se tuviese en cuenta además lo que debería haber crecido la economía europea.

Además, avisó de que los riesgos existentes tienen sesgo a la baja como puede ser el Brexit y la posibilidad de que no haya acuerdo, que, según alertó, “es una cuestión que a veces los mercados no están descontando con toda su intensidad”.

También explicó que es desigual por sectores como lo refleja que afecte más a servicios que a industria, y por países, algo que “no es un tema baladí porque tienen consecuencias desde el punto de vista de política económica”. “La política fiscal, que es la primera línea de defensa, tiene que ajustarse a esa evolución desigual, diferenciada, dispar”, instó.

Ante la elevada incertidumbre juzgó de “especialmente necesario” que “la política económica sea muy predecible” y que los países “inviertan en instituciones y en gobernanza”, ya que “aquellos países que tienen mejores resultados desde el punto de vista tanto sanitario como desde el punto de vista económico son aquellos donde las instituciones y los sistemas democráticos funcionan con mayor calidad”

Por la parte que toca al BCE garantizó que irá “ajustando sus instrumentos en función de cómo vaya avanzando la coyuntura” para seguir ayudando a la economía y evitar una fragmentación de mercados.

(SERVIMEDIA)
19 Oct 2020
ECR/gja