La firma justifica la decisión de mantener la calificación crediticia del grupo asegurador, como consecuencia de “la fuerte diversificación del grupo por países y líneas de negocio, reforzando la posición de liderazgo en sus principales mercados”, según detalló Mapfre.

La agencia de calificación espera que Mapfre mantenga “cómodamente su posición de capital, gracias al soporte de unos resultados sólidos, lo que le permitirá afianzar sus objetivos de crecimiento y de dividendo”.

Sus expertos valoran positivamente, entre otros aspectos,“la capacidad que ha demostrado el equipo gestor para crecer, tanto orgánicamente como mediante adquisiciones, sin perder el foco en el rigor técnico y el servicio al cliente”.

Por otro lado considera “excepcionales” los niveles de capital del grupo, “dado el alto porcentaje de activos fácilmente redimibles, y los significativos flujos de caja”.