Lo dijo en respuesta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, encargado de informar al Congreso de los Diputados de la declaración del estado de alarma en Madrid. Sin querer “hablar de culpas”, Bal aseguró que los políticos “no hemos estado a la altura” y que el Parlamento “no ha comprendido ni compartido” el dolor y el miedo de las personas afectadas por la pandemia.

Pidió por ello “que hagamos una reflexión sobre cómo nos hemos comportado”, afrontando la autocrítica y permitiendo el acuerdo. “Hasta ahora la política ha fracasado”, sentenció, porque las siglas y el rédito electoral se han puesto por delante de los intereses de los españoles.

Esa reflexión, dijo, no debe impedir una “legítima crítica” al alertar de que “se llegó tarde” a la primera ola y el Gobierno “se ha desentendido” ante la segunda, dejando la responsabilidad a las comunidades autónomas y con una declaración de victoria frente al virus en el mes de julio que ahora suena “ridícula”.

Bal se declaró “defraudado” por el ministro, porque esperaba del ministro “la misma lealtad” demostrada por Ciudadanos en las prórrogas del estado de alarma, pero se ha encontrado con la estrategia de culpar únicamente a la Comunidad de Madrid cuando el problema es nacional. Se está haciendo “política fácil”, denunció, cuando lo que salva vidas y empleos es el acuerdo.

Acusó al Gobierno de obviar la autocrítica y caer en el autobombo, después de que el presidente, Pedro Sánchez, proclamara el “cautivo y desarmado, el coronavirus se ha rendido”. Frente a ello, añadió, Ciudadanos seguirá buscando el acuerdo con una política responsable y útil, de “mano tendida, pero exigente”.

Bal se mostró convencido de que Illa “no comparte” algunas de las decisiones del PSOE, y le emplazó a sentarse para “resolver el problema de la Comunidad de Madrid”, ya que están “de acuerdo en la mayor parte”, como en la necesidad de restringir la movilidad para salvar vidas y empleos. Estando de acuerdo en el fondo, le dijo, “¿vamos a discutir por la forma?”.

Al hilo de esa reflexión, reconoció sentir “envidia” de los acuerdos alcanzados en Alemania o en Francia, porque en esos países ningún ciudadano siente “que el Gobierno está utilizando el virus como arma política contra el adversario”, y esa es la “gran diferencia” con España. “Deje de utilizar Madrid como rehén, como arma política”, emplazó, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea para llegar a la Navidad con ese “semáforo verde” que pueda salvar la economía.

Al final de su intervención, Bal pidió al Gobierno que no utilicen la situación de pandemia para reformar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). “Yo sé que usted no puede estar de acuerdo con eso”, dijo a Illa. “Nos la estamos jugando”, alertó, si se dan armas a los países llamados ‘frugales’ para cuestionar la condicionalidad democrática de las ayudas a España.

Bal llamó a los dirigentes políticos a utilizar la cabeza “para pensar, no para embestirnos”, a “salir del cuadro de Goya de los garrotazos”, y permitir que la segunda ola de la pandemia sea también “una segunda oportunidad para la política”. Tener la conciencia tranquila y dormir bien, dijo a Illa, “es más importante que tener razón”.