Illa hizo esta consideración en el Pleno del Congreso de los Diputados, donde compareció para informar del estado de alarma decretado el pasado viernes por el Consejo de Ministros en nueve municipios madrileños: Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Madrid, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz.

El ministro indicó que "la obligación del Gobierno es proteger la salud de los ciudadanos" y apuntó que el Ejecutivo decretó el estado de alarma para "dar cobertura jurídica" a la decisión del Consejo Interterritorial de Salud de imponer medidas restrictivas a la movilidad de los ciudadanos en los municipios con una incidencia acumulada de Covid-19 de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes.

"La situación es preocupante y muy inestable, muy frágil. Y no podemos bajar la guardia porque si hay algo que nos ha enseñado este virus es la enorme capacidad para propagarse y extenderse entre la población. Insisto en que la situación es preocupante, muy preocupante", comentó para justificar que el Consejo de Ministros acordara el estado de alarma.

No obstante, confió en que los ocho días en que estuvo en vigor la orden de la Comunidad de Madrid con medidas restrictivas más las 15 jornadas del estado de alarma sean "suficientes para estabilizar la situación". "Es necesario vigilar cómo evoluciona la pandemia en esos municipios y trabajar duramente para doblegar la curva. El objetivo del Gobierno es salir ante todo de la situación de emergencia, no sólo del estado de alarma", recalcó.

Por otro lado, Illa recordó que varias comunidades autónomas han adoptado medidas restrictivas para frenar la transmisión del coronavirus, así como varios países europeos, y señaló que conviene rebajar la incidencia acumulada del coronavirus a "alrededor de 100 casos" por cada 100.000 habitantes.

"La salud pública es lo único que nos importa, como a la inmensa mayoría de ciudadanos. Por eso, hay que actuar en clave sanitaria, actuar antes de forma preventiva y de manera contundente, al igual que hacen los países de nuestro entorno. Estamos ante un problema de salud pública y debemos continuar adoptando aquellas medidas que sean necesarias para evitar contagios y reducir la transmisión, y, con ello, salvar vidas", apuntó.

Al final de su discurso apeló a la unión para "doblegar la curva del virus". "El adversario común a todos nosotros es el virus y la unidad es lo que nos hace fuertes frente a él. No es tiempo de provocaciones, no es tiempo de distraernos en disputas o discusiones estériles, sino de seguir arrimando todos juntos y disponer de todos los medios necesarios para hacer frente al virus", concluyó.