En la actualidad, sólo el 37% de las empresas trabaja con plazos inferiores a los 60 días, número que se ve incrementado desde la primavera de 2020, pero que es inferior a la cifra de 49% que marcaba en 2019, según indica el informe.

Iberinform afirma que la pandemia ha reducido “notablemente” el porcentaje de empresas que operan dentro de los plazos que fijó la Ley de Medidas de Lucha contra la Morosidad, aunque señala que hay una mejora en el tramo de retrasos superiores a los 90 días, que se ve reducido del 24% al 13% con respecto a la primavera pasada.

Al abordar razones que expliquen la morosidad empresarial, los datos más recientes reflejan un crecimiento del 7% de los retrasos intencionados por parte de los clientes que es debido, cuyo porcentaje pasa del 45 al 52% de los casos, "en un contexto de incertidumbre" donde "las empresas han optado por progreger su caja", según el informe.

Sin embargo, subraya que en las dos oleadas de 2020 "la falta de disponibilidad de fondos constituye la razón más citada, por delante del retraso intencionado de los clientes, la complejidad del procedimiento de pagos, las disputas sobre la calidad de los bienes y servicios suministrados o la emisión de facturas incorrectas.

En concreto, la indisponibilidad de fondos es el factor que se alega en el 55% de los casos para el impago, frente al 52% de un retraso intencionado, la complejidad del procedimiento (lo indican un 14%) y una facturación incorrecta (razón esgrimida en el 5% de los casos).