Sánchez hizo esta reflexión en la rueda de prensa que ofreció junto al primer ministro de Portugal, António Costa, en el marco de la XXXI Cumbre Hispano Portuguesa, a la que acudió con sus cuatro vicepresidentes y seis ministros, que ateridos de frío escuchaban junto a la delegación portuguesa las intervenciones de los dos mandatarios ibéricos.

Preguntado por la situación en la Comunidad de Madrid, después de que ayer un Consejo de Ministros extraordinario decretase el estado de alarma en nueve ciudades madrileñas, entre ellas la capital, Sánchez aseguró que confía en tener “controlada” la pandemia en 15 días.

En este sentido, animó una vez más a la “unidad”, y a “desterrar a lucha partidista” y resaltó desde la plaza de la catedral de Guarda que “controlar la pandemia es una lucha epidemiológica y no ideológica”.

Sánchez insistió en que el Ejecutivo ha estado “abierto, siempre, siempre (sic), a hablar” con la Comunidad de Madrid, y a “negociar” las medidas a poner en marcha, como afirmó que se le trasladó a Ayuso en la reunión que tuvieron en la Puerta del Sol el 21 de septiembre y en las distintas conversaciones telefónicas.

Porque, ahondó, “no venimos ni a imponer, ni a tutelar ni a juzgar, sino a ayudar” pero destacó que en Madrid había que “dar una solución determinada” mientras no se produzcan las “medidas técnicas y científicas” que el Ejecutivo considera que deben adoptarse por la salud de los ciudadanos. “El Gobierno no puede mirar hacia otro lado, y no lo vamos a hacer mientras dure la pandemia”, advirtió.

Con el decreto de alarma, dijo, “dimos una respuesta jurídica y decidimos continuar con las medidas que se estaban implementando” hasta que el TSJM acordó su revocación. En este contexto, Sánchez dejó entrever que esta medida excepcional tuvo que adoptarse porque la Comunidad de Madrid, en esta ocasión, no ha invocado a la ley General de Sanidad de 1986 como sí hizo en sus seis resoluciones anteriores.

El presidente destacó que, esa norma de 1986 a la que casualmente no acudió esta vez la Comunidad de Madrid, permite actuar con un amparo jurídico “sólido” ante confinamientos perimetrales como en Madrid, como señaló que están amparando los tribunales superiores en otras comunidades como Castilla y León y Andalucía. “Libremos la batalla en lo científico y en lo técnico, y no en lo ideológico”, reclamó.

En este sentido, fuentes del Gobierno consultadas por Servimedia apuntan que la propia Comunidad de Madrid les da la razón en que había que intervenir porque su consejero de Justicia, Enrique López, llega a reconocer públicamente que no optaron por la ley de salud del 86 que les hubiera amparado legalmente las restricciones de movilidad.

Para el Ejecutivo central, según admiten fuentes del Gabinete que preside Sánchez, eso demuestra unos comportamientos “inmaduros” por parte del Gobierno regional que le obligaba, aún más, a actuar.

Contraponen dichas fuentes la actitud de la Comunidad con la responsabilidad del Ejecutivo central que estuvo hasta “las tres de la madrugada” dándole vueltas al decreto de alarma que luego complementaron con un debate jurídico en el Consejo de Ministros extraordinarios.

En el Ejecutivo son conscientes, según fuentes ministeriales consultadas por Servimedia, del espectáculo que puede haber llegado a los ciudadanos en el duelo político entre el Gobierno central y el regional que preside Ayuso.

Por su parte, en la rueda de prensa, Sánchez apeló a la “humildad” para afrontar el combate con la pandemia y se mostró en sintonía con la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ayer critico el comportamiento del Gobierno central y el de la Comunidad de Madrid porque “el uso partidista de la pandemia divide a las sociedades y las hace más débiles frente la crisis”.

Se trata de “una batalla epidemiológica, no política” y de “ser conscientes de la importancia de anteponer la salud pública y la defensa de la vida a cualquier otra consideración”, reflexionó el presidente desde Guarda (Portugal).

Tanto Sánchez como el primer ministro portugués no contemplan el cierre de las fronteras entre España y Portugal como ocurrió durante el estado de alarma. "No tenemos en absoluto esa intención", sentenció Sanchez, al tiempo que advirtió que "cualquier toma de decisión al respecto se compartirá con el Gobierno portugués y con el resto de capitales europeas".