En una entrevista en RAC1 recogida por Servimedia, Iglesias respondió así a una pregunta que se le formuló sobre si va a dimitir si el Supremo le imputa. “Ni como mera hipotesis concebimos que pueda haber una imputación”, aseguró, señalando que “todo el mundo sabe lo que le dijo la Audiencia Nacional” a García-Castellón (le pidió que devolviera al vicepresidente la condición de perjudicado en el 'caso Villarejo') y lo que le va a decir el Tribunal Supremo. Es evidente para todo el mundo lo que esta ocurriendo”.

En esa línea, incidió en que su hipotética imputación “es inconcebible, representaría una vulneración del Derecho sin parangón y sin precedente en este país”, donde “todavía no han condenado ni imputado a nadie solamente por sus ideas”. Por eso, lo considera “absolutamente imposible” y pronosticó que “no va a ocurrir”, añadiendo que “sería inconcebible en una democracia europea”.

Por lo demás, Iglesias insistió en que está acreditado que las cloacas le espiaron ilegalmente, que el contenido del móvil de su exasesora Dina Bousselham apareció en un registro al excomisario de Policía José Manuel Villarejo, y que éste dejó anotado que pasó parte de ese contenido a medios de comunicación que perjudicaba a Podemos con el objeto, según el líder de este partido, “se generen una serie de relatos y una serie de marcos que después van a ser archivadaos por los jueces”, pero que en su día contribuyeron a que el PSOE no formara gobierno con ellos y ahora pretenden apartarles.

Cuando se le puso de manifiesto que el mismo juez García-Castellón, a quien Podemos le atribuye una intencionalidad política, es también el instructor del 'caso Kitchen' y el 'Tándem' contra dirigentes del PP, Iglesias contestó enigmáticamente: “¿Verdad que sí? Qué casualidad, y también lo de Corinna”. Aunque se le pidió que explicitara a qué se refería, él apeló a su necesaria discreción y emplazó: “Sacad vosotros vuestras propias conclusiones”.

Como otras veces, el vicepresidente admitió que pudo haber devuelto el móvil a Bousselham inmediatamente, aunque insistió en que trató de protegerla. “Me pude equivocar en eso? A lo mejor, pero eso no cambia los hechos”, subrayó; unos hechos que redujo a que “alguen dio la orden de robarle el movil a Dina y el contenido de ese movil aparece en el ordenador de Villarejo”.

“RUMORES”

Por el contrario, calificó de “rumores” las fuentes de la declaración del exabogado de Podemos José Manuel Calvente que han servido a García-Castellón para elevar su exposición razonada al Supremo; en realidad, los rumores que reconoció el propio abogado tienen que ver con la presunta financiación irregular del partido. Lo relativo a la supuesta utilización del robo del móvil de Bousselham para presentarse como víctima de Villarejo fue objeto de discusiones y disensiones directas entre Calvente y la dirección de Podemos.

Por lo demás, Iglesias confirmó que ayer le llamó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como éste indicó a los periodistas que le acompañan en su viaje a Argelia. Según dijo el vicepresidente, le escribieron mensajes dirigentes del PSOE, de ERC, de Junts, del PNV y de EH Bildu, y hasta el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont le mandó un mensaje “muy cariñoso” que él le agradeció.

Desde su punto de vista, “hay una conciencia general de que es un escándalo” lo que pretende el juez García-Castellón instando a su imputación, incluido el propio Sánchez, quien dijo que se expresó con él en privado “en una línea muy parecida a lo que dijo en público”. “ Todos sabemos lo que el Tribunal Supremo va a decir al respecto y el presidente del Gobierno sabe perfectamente lo que va a pasar”.

Iglesias atribuyó el que el escrito de García-Castellón se conociera un día antes de su fecha de promulgación a que se hizo coincidir con el momento en que Sánchez presentaba el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y en el que el presidente del PP, Pablo Casado, se reunía con los exministros de Justicia del PP.

Esto último le sirvió para reiterar su tesis de que la derecha “juega todas las cartas, lo cual es enormemente peligroso”, porque no ha aceptado el resultado electoral. Sin embargo, a una última pregunta sobre si le está afectando personalmente el acoso diario de militantes de extrema derecha ante su domicilio particular, garantizó que “vamos a seguir”y que “queda Gobierno de coalicion para rato”.