Pérez-Reverte insistió en la idea de que "no pretendo resolver el conflicto, de nuevo latente, de la Guerra Civil" en la sociedad española, sino que "el lector piense en dónde luchó su abuelo. Si estuvo en la batalla del Ebro o en la del Jarama y que busque en un libro serio de historia lo que paso allí, no en uno de Pio Moa o de Ángel Viñas".

'Línea de fuego es "una novela sobre nosotros mismos, no es es una novela que veamos desde fuera. Es nuestra historia" porque "todos tuvimos familiares en los dos bandos. Estamos aquí porque nuestros padres o abuelos sobrevivieron. No es algo ajeno. Acercarnos a lo qué paso va a hacer que nos sintamos mejor".

El autor reconoció que siempre evitó escribir sobre la contienda española, pero que tras escuchar a una política joven española hablando de la Guerra Civil "me di cuenta de la falta de información sobre este tema.

En su opinión, esto se debe a que las personas que estuvieron en la guerra han muerto y "el testimonio real ha ido despareciendo con ellos. Queda solo el discurso ideológico, que ahora se utilza de forma partidista. Cuando solo queda la ideología porque ha desparecido el testimonio humano se puede manipular" y por eso Pérez-Reverte ha escrito este libro.

La novela de 680 páginas con una tirada de 150.000 ejemplares para España narra los 10 días iniciales de batalla del Ebro, una de las más sangrientas de la Guerra Civil en donde murieron 20.000 personas, pero en un escenario que nunca existió, todo es novelado. "No soy un historiador y tengo el derecho a utlizar como quiera el material investigado. No pretendo historiar sino acercar testimonios humanos de la Guerra Civil al lector", concluyó Perez-Reverte.