En los pasillos de la Cámara Baja puede encontrarse a chavales acompañados de sus padres que les explican gustosamente las curiosidades del Congreso y responden a todas las preguntas que les formulan sus niños.

La presencia de pequeños en la Cámara Baja no es inusual, porque el hemiciclo recibe multitud de visitas de grupos escolares y porque en el Congreso de los Diputados funciona una escuela infantil desde hace cuatro años y medio, que cuenta con plazas para algo más de medio centenar de críos.

Los chavales que ya conocen el Congreso, porque ya han ido otras veces o bien han estado en la citada escuela infantil, están aprovechando este peculiar día para reencontrarse con los viejos amigos y jugar con ellos.

A primera hora de la mañana era llamativa la presencia de decenas de niños en la cafetería del Congreso, donde se han servido más que nunca vasos de leche con chocolate y churros para desayunar.