Lo hizo en su intervención en una mesa redonda en el II Foro La Toja, donde se le preguntó por su opinión sobre la gestión que se está haciendo en España de la crisis del coronavirus. Remontándose a los orígenes a finales de febrero y principios de marzo, enjuició que “hubo una mala valoración del riesgo”, porque “se nos estaban dando mensajes de excesiva tranquilidad”. Por el contrario, alabó que el decreto del estado de alarma “estuvo bien” y “el Gobierno actuó como debía hacerlo”.

A partir de ahí, calificó de “notable no haber llegado a un consenso, que las distintas fuerzas politicas no se pongan de acuerdo”. Y señaló cuatro cosas que un Gobierno que se enfrente a una crisis de cualquier índole “tiene que tener muy claro”.

Por un lado, apuntó que “acertar en el diagnóstico es capital”, porque “la realidad ignorada se acaba cobrando su venganza”. Por otro, exhortó que “hay que estar preparados”, porque cuando “se sabe si un país está bien, regular o mal es en estas crisis” y para ellas hay que “tener las cuentas públicas saneadas, una economía flexible y haber hecho las reformas”.

En tercer lugar, Rajoy sugirió a su sucesor, Pedro Sánchez, que “hay que intentar conseguir la complicidad de la gente”, explicarle que hay cosas que “no nos gusta hacerlo a nadie pero tenemos que tomar estas medidas” y entonces “la gente lo entiende, aunque no le guste, aunque te critique”.

Finalmente, pasó a hablar del acuerdo, porque en situaciones de “extrema dificultad hay que ponerse de acuerdo pase lo que pase”. Así ocurrió, admitió, en los primeros decretos del estado de alarma, que los apoyó casi todo el Congreso, pero luego dejó de pasar.

Ahora bien, Rajoy acotó responsabilidades en este sentido. “La mayor responsabilidad para conseguir el acuerdo la tiene el que ocupa el puesto más alto, para eso lo ocupa”, remarcó, añadiendo que “para conseguir acuerdos hay que meterle horas” y “hay que ceder, negociar, hacer pedagogía”.

“En una situación como la que estamos viviendo no es de recibo que no haya un entendimiento y un acuerdo”, deploró. “Y el que está más arriba es el que tiene mayor responsabilidad. Es el que se lleva las mayores bofetadas, pero para eso está”.