Las medidas fueron adoptadas atendiendo a las recomendaciones hechas por ONCE, que llevó a cabo un análisis sobre la accesibilidad de las instalaciones. La diputada foral de Gobernanza, Eider Mendoza, y el director de la ONCE en la capital de Guipúzcoa, Roberto Doval, conocieron este viernes 'in situ' las mejoras aplicadas, que van desde la instalación de códigos QR para personas con limitaciones visuales a marcas en braille, vinilos y franjas direccionales.

Entre otras, se han instalado vinilos de mayor contraste en las puertas correderas de acceso; una franja direccional en tono oscuro en el suelo, que se dirige a la oficina; una marca en braille indicando la ubicación del botón del gesto de colas, y códigos QR destinados a personas ciegas o con baja visión, que informan de forma sonora sobre las diversas secciones que tiene la oficina de atención ciudadana.

El director de la Dirección de Apoyo de la ONCE en San Sebastián, Roberto Doval, incidió en que “la ONCE desde sus orígenes tuvo claro que para llegar a una inclusión efectiva y real es necesario que los diferentes ámbitos de la vida diaria permitan su acceso a todas las personas con discapacidad”.

Para ello, “existe un amplio equipo de profesionales y técnicos especializados en áreas como la rehabilitación o la tiflotecnología, que dan esa cobertura a las personas ciegas o con deficiencias visuales graves”, agregó, y aportan “también su asesoramiento a otras entidades con objeto de lograr la plena inclusión de las personas con discapacidad en nuestra sociedad”.

La responsable foral señaló que la institución foral tiene la firme voluntad de seguir avanzando en la mejora de la accesibilidad de todos sus servicios, “ya que es de justicia que todas las guipuzcoanas y guipuzcoanos puedan acceder a ellos en igualdad de condiciones”. Por ello, valoró la colaboración que mantiene la Diputación con organizaciones como ONCE, que “con sus aportaciones, nos ayudan a seguir progresando en este aspecto”. Según destacó, “la Diputación apuesta en los últimos años por un modelo de gobernanza abierto y colaborativo, ya que “buscamos soluciones compartidas para responder de forma más eficaz a los retos que tenemos como territorio”.