La piratería digital experimenta en España otro descenso en cifras absolutas, según los datos de 2019, que registran una caída del 5% en el acceso a contenidos ilícitos y de un 17% desde 2015. Sin embargo, el confinamiento supuso un punto de inflexión en las descargas ilegales que, una vez llegada la ‘nueva normalidad, recuperaron su tendencia a la baja.

Según el Observatorio de la Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales presentado hoy, a partir de la declaración del estado de alarma se observa un incremento significativo en el número de usuarios que accedían a portales de contenido ilícito. Once de cada cien internautas habían accedido a estos portales y no lo hacían en el periodo previo.

Además, estos usuarios accedían a un mayor número de portales ilícitos (el 25% accedió a tres o más en la primera semana de confinamiento estricto, frente al 19% que lo hacía en las semanas previas), diversificando, además, su consumo en más portales de los que visitaban anteriormente.

Durante el confinamiento estricto hubo más usuarios, más contenidos consumidos en un mayor número de portales y, además, ese consumo fue más constante durante todo el día, mientras que solía disminuir a partir de las 20.00 horas, “quizá debido a aspectos como la reserva de un tiempo en familia” o “los aplausos a los sanitarios”.

Durante la fase de confinamiento estricto se observa un mayor acceso durante los fines de semana, pero la diferencia con los días laborables no es tan acusada como en la situación de normalidad previa, según la Coalición.

Sin embargo, coincidiendo con la vuelta a la nueva normalidad, los indicadores de intensidad de consumo volvieron a niveles previos al estado de alarma y el número de usuarios se redujo, hasta el punto que se registraron los mínimos de todo el periodo.

En 2019 se descargaron 5.187 millones de contenidos ilícitos con un valor equivalente a 30.904 millones de euros y con un perjuicio para el sector que se estima en 2.437 millones de euros. Las arcas públicas podrían haber percibido 673 millones de euros durante 2019 que no obtuvieron por la piratería, una cifra que se eleva a los 4.658 millones desde 2012.

Según la Coalición, con ese dinero “se podrían haber creado cerca de 120.000 puestos de trabajo directos e indirectos”. Y es que “la protección de los contenidos y de la propiedad intelectual en Internet es esencial para el futuro de un sector, altamente productivo, como el de las industrias culturales, pero, también, para la recuperación económica, la creación de empleo, la competitividad internacional de nuestro país o la capacitación digital”.

En cuanto al acceso a contenidos, la industria del libro es la más afectada, con un porcentaje de accesos ilícitos del 33%, seguida por las películas (31%), la música (30%), las series (26%), los periódicos (23%), el fútbol (22%), los videojuegos (20%), las revistas (13%) y las partituras (5%).

Respecto a los 2.437 millones de euros que no ingresa la industria por la piratería, la música es la peor parada con 527 millones de euros perdidos, seguida de las películas (437 millones), las series (108 millones), los libros (230 millones), los videojuegos (203 millones), el fútbol (293 millones), los periódicos (287 millones), las revistas (323 millones) y las partituras (30 millones).

Entre los motivos que justifican el acceso ilícito a contenidos, el 40% de los consumidores afirma “no saber distinguir entre las plataformas legales o ilegales”, mientras que el 54% argumenta que lo hace porque ya paga por una conexión a Internet o televisión de pago.

Respecto a la forma de acceso a contenidos ilegales, se evidencia un ligero aumento en el peso de los buscadores, al pasar del 62% al 60% registrado en 2018. De ellos, Google se mantiene como el más utilizado (90%).

No obstante, lo que más destaca es el aumento del uso de redes sociales como medio para acceder a contenidos ilícitos (del 21% al 23% de 2019), sobre todo a través de Facebook, Youtube, Whatsapp o Instagram, Twitter o Telegram.

Generalmente, las webs piratas cerradas por antipiratería cran otra rápidamente y ofrecen a sus internautas un enlace o información para redirigirles al nuevo portal ilegal, “haciendo que su persecución sea como la historia del perro y el gato”.