Queda así resuelto el llamado 'crimen de los tirantes'. La magistrada acuerda la pena de 20 años tras aplicar el agravante de crimen de odio y el atenuante leve de consumo de alcohol que se apreció en el acusado y que ha motivado que no se aplique la condena en su grado más alto, establecido en 25 años.

Esta sentencia dicta que la causa de muerte de Laínez no fue el golpe que se dio en la cabeza contra el suelo tras recibir un primer golpe y como establecía la sentencia del primer juicio, anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) por falta de motivación del veredicto. Ahora ha quedado establecido que la víctima murió por los múltiples puñetazos y patadas recibidos.

Lanza ha sido encontrado culpable de asesinato. En el primer juicio el acusado fue condenado por imprudencia homicida. La defensa se opuso durante esta segunda vista a la acusación por asesinato y tras la condena ha dejado la puerta abierta a la presentación de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón para intentar que el juicio sea nuevamente anulado.

Además, el tribunal ha fijado una responsabilidad civil de 200.000 euros y consideró probado que “en el cuerpo de Víctor Laínez no existían lesiones en extremidades superiores que indicaran la existencia de defensa o lucha”. Tampoco ha encontrado evidencias de que la víctima portara una navaja, como declaró Lanza, un argumento en el que se apoyaba su defensa para pedir la absolución.