Medio ambiente

La reducción de emisiones de CO2 por el coronavirus no se detecta en la atmósfera

MADRID
SERVIMEDIA

Las restricciones impuestas durante la pandemia del coronavirus causarán una reducción de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) de hasta un 8% en 2020, pero las concentraciones de ese contaminante en la atmósfera aún no han cambiado.

Ésta es la conclusión principal de un estudio liderado por el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT, por sus siglas en alemán) y publicado en la revista 'Remote Sensing'.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés), se necesitarían reducciones acumulativas y anuales de aproximadamente esta magnitud del 8% de este año para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París en 2030, esto es, limitar el calentamiento global a 2ºC o lo más cerca posible de 1,5ºC con respecto a la era preindustrial.

"A pesar de las emisiones reducidas, nuestras mediciones muestran que la concentración de CO2 en la atmósfera aún no ha disminuido", asegura Ralf Sussmann, de la División de Investigación Ambiental Atmosférica del Instituto de Meteorología y Clima de KIT Research (IMK-IFU), quien añade: "Para reducir la concentración de CO2 en la atmósfera a largo plazo, las restricciones impuestas durante la pandemia del coronavirus tendrían que continuar durante décadas".

MEDIDAS POLÍTICAS

Los investigadores estudiaron un escenario a largo plazo que se puede controlar bien con mediciones atmosféricas: el objetivo del Acuerdo Climático de París de limitar el calentamiento global a 1,5ºC sólo se puede alcanzar mediante una reducción significativa inmediata de las emisiones de CO2 y disminuir aún más hasta cero para 2055.

"Las restricciones impuestas durante la crisis del coronavirus, sin embargo, están lejos de ser suficientes. Acaban de resultar en una reducción única del 8%. Para alcanzar cero emisiones en las próximas décadas, las reducciones acumulativas de la misma magnitud se requerirían todos los años, es decir, un 16% en 2021, un 24% en 2022, y así sucesivamente. Para esto, se deben tomar medidas políticas para iniciar directamente cambios tecnológicos fundamentales en los sectores de energía y transporte", subraya Sussmann.

CONCENTRACIONES ACUMULADAS

Para realizar el estudio, el equipo utilizó datos de la red de observación del contenido total de carbono en columna (TCCON, por sus siglas en inglés) y midió las concentraciones de CO2 en diferentes capas de la atmósfera en varios lugares del mundo. "Se aplican espectrómetros infrarrojos de alta tecnología, que utilizan el sol como fuente de luz. El método de medición es muy preciso, las incertidumbres están en el rango de unas pocas milésimas", añade Sussmann.

Según los investigadores, la larga vida del CO2 y las altas concentraciones de fondo que se han acumulado desde el inicio de la industrialización impiden que se detecten los cambios en la atmósfera.

"Pero también los impactos naturales dificultan la detección temprana: las emisiones antropogénicas, la principal causa del aumento a largo plazo del CO2 atmosférico, se superponen con las fluctuaciones anuales de la tasa de crecimiento debido a las variabilidades climáticas naturales de los sumideros oceánicos y la vegetación terrestre", explica Sussmann.

(SERVIMEDIA)
23 Sep 2020
MGR/gja