El directivo de la compañía española participó en el cierre de una jornada virtual sobre soluciones climáticas naturales organizada por la Cátedra de Transición Energética de la Universidad de Barcelona y la Fundación Repsol y en su intervención hizo una serie de valoraciones sobre cómo combatir el cambio climático y reducir las emisiones de CO2.

Imaz opinó que "alguno puede pensar que con la electrificación" se resuelven esos problemas, pero subrayó que esta tecnología "no tiene solución para los aviones, los barcos o los camiones", es decir, "para una parte importante de la movilidad".

"Me atrevería a decir, además, que la electrificación es el principal emisor de CO2 en estos momentos en el mundo con el 42% de las emisiones", aseveró el consejero delegado de Repsol, que también considero que se está "obviando" lo que ocurre con la minería de los metales necesarios para sostener esta tecnología o las implicaciones medioambientales de la generación de las baterías.

Por otro lado, consideró que para afrontar el reto de las emisiones a la atmósfera se necesita "escribir en piedra" el concepto de neutralidad tecnológica. Según explicó, eso significa que todas las tecnologías y soluciones son necesarias para combatir el cambio climático y destacó la importancia de lograr que trabajen conjuntamente con el mismo objetivo.

En ese sentido, Imaz recalcó que para abordar el reto medioambiental también se debe dar menos importancia a las emisiones directas, es decir, las generadas en un momento y un lugar determinados, sino que hay que poner el foco en las "emisiones netas", que son las que incluyen las que generan todos los productos y procesos de las soluciones que se proponen.

Sobre ese enfoque en torno a las emisiones directas, hizo referencia al mercado de emisiones de CO2 y criticó que debido a ello algunas empresas tienen que dar respuesta a ello "a costa de exportar" la industria "a otros lugares del mundo donde va a ser más ineficiente y va a emitir más CO2".

Asimismo, el consejero delegado de Repsol señaló en su exposición que la respuesta a las emisiones de CO2 debe ser global, estar basada en las capacidades industriales y tecnológicas disponibles y abogó por centrar la mirada en la eficiencia energética, la generación renovable, la economía circular, los combustibles sintéticos y la soluciones naturales climáticas.