Esta iniciativa de Vox fue debatida en el Pleno del Congreso, donde contó con la previsible negativa de las fuerzas nacionalistas, PSOE y Podemos, y también con el rechazo de los representantes de PP y Ciudadanos. Esto supone que la proposición no saldrá adelante y no será tramitada.

La proposición de Vox -defendida por su portavoz, Iván Espinosa- suscitó todo tipo de reproches de los partidos del Gobierno y de las formaciones nacionalistas que acusaron al partido de Santiago Abascal de ser “como los reyes godos”, de añorar a Franco o de ser los representantes del “régimen de 1936”, en referencia al bando nacional en la Guerra Civil.

Junto a estas críticas de las formaciones del Ejecutivo y de los nacionalistas, el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro afirmó que el planteamiento de Vox de ilegalizar a quienes cuestionen la soberanía nacional o la unidad de España es contrario a la Constitución, ya que en la norma fundamental se establece que puede defenderse cualquier idea “por vía pacífica, respetando la ley y también los derechos de todos los demás”.

SERÍAN “VÍCTIMAS”

Además, Bermúdez de Castro señaló que la propuesta del partido de Abascal convertiría a los independentistas en “víctimas” y les terminaría “fortaleciendo”. No obstante, este diputado reclamó que el Gobierno “tome nota” de todo por si es necesario en algún momento aplicar la Ley de Partidos y citó al respecto los informes de la Guardia Civil sobre los llamados CDR o grupos violentos que actúan en Cataluña.

Por su parte, en nombre de Ciudadanos, su diputado Guillermo Díaz dijo que a su partido no le importaría que la iniciativa de Vox se tramitase, pero afirmó que “al nacionalismo se le vence en las urnas”. Añadió que el “principio del fin” de la influencia de los nacionalistas en la política española sería que se pusiesen de acuerdo el resto de fuerzas políticas nacionales.

Los representantes de PP y Ciudadanos se posicionaron de esta forma después de que Espinosa señalase que para Vox este martes era un “día histórico”, ya que era necesario hace tiempo que alguien defendiera en el Congreso que “el nacionalismo es incompatible con la democracia”.

Espinosa sostuvo que, como dice el texto de la proposición de su partido, “los que niegan la indisoluble unidad de la nación española están fuera de la ley”. Indicó que no se trata de crear “una policía de las ideas o del pensamiento”, sino establecer que la democracia no puede “alentar” lo que la destruye, en referencia a la ruptura de España.

“AÑORADO FRANCO”

Por su parte, en nombre del PSOE, su diputado Javier Zaragoza acusó a Vox de ser una “máquina de rabia”, que al proponer iniciativas como ilegalizar a las formaciones independentistas están pensando en su “añorado Franco”. El representante socialista añadió que la “primera víctima” de una ley contra los nacionalismos sería el partido que lidera Abascal.

Asimismo, Pilar Garrido, de Unidas Podemos, calificó la propuesta de Vox de “retrógrada y fascista” y emplazó a las formaciones nacionalistas a darse cuenta de que la cuestión de fondo es si en España se impone el proyecto de las “tres derechas” o el de “democracia radical” que defiende la formación morada.

A algo parecido aludió el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien dijo que todas las fuerzas políticas de izquierda deben tener en cuenta que lo que plantea Vox sobre ilegalizar a los independentistas puede ser un decreto en unos unos años si no se les hace frente. “Si callamos, esta gente gobernará”, afirmó.

Asimismo, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, comparó a Vox con los “reyes godos”, porque dijo que estos monarcas también buscaron en su momento sojuzgar a los vascos y no lo lograron. Asimismo, la portavoz de EH Bildu, Merche Aizpurua, se vanaglorió de que en la actualidad “no existe ecuación política” en las Cortes ni en el País Vasco y Navarra que no pase por el independentismo vasco, en referencia a que son determinantes en las instituciones.