Así se pronunció la jefa de la diplomacia española, en una rueda de prensa telemática tras reunirse con su homólogo ucraniano, Dmytró Kuleba, en la que se refirió a la situación reinante en Bielorrusia tras los comicios celebrados en el país el 9 de agosto que la oposición considera fraudulentos.

González Laya instó a “reconducir la situación actual”, lo que, a su juicio, pasaría por auspiciar un diálogo entre la oposición, la “sociedad civil en su sentido más amplio”, y el Gobierno de Aleksandr Lukashenko tras unas elecciones que la UE considera que “no fueron libres ni justas”.

La ministra dejó claro que la UE “no tiene ninguna ambición geopolítica con Bielorrusia”, un país que no ha expresado su voluntad de adherirse ni a las instituciones comunitarias ni a la OTAN, y previno a aquellos terceros países que pudieran sentirse tentados de aprovechar la actual situación para intentar desestabilizarlo. “Bielorrusia es Bielorrusia”, proclamó.

A su vez, constató que lo sucedido en Bielorrusia tras las elecciones del 9 de agosto es una “violación de los derechos humanos y de los derechos civiles y políticos” de los bielorrusos, “ante la cual España no puede permanecer impasible”.

Por ello, reiteró su postura de que acabe la “violencia” contra los bielorrusos, cesen las “persecuciones” a los opositores de Lukashenko y “se inicie lo antes posible” un diálogo entre Gobierno y oposición. "Eso es lo que deseamos, y esperamos que todos los vecinos del país, incluida Rusia, puedan apoyar”, concluyó.