Refugiados

La mitad de los niños refugiados del mundo no iba a clase antes del coronavirus

MADRID
SERVIMEDIA

La mitad de los niños refugiados del mundo no estaban escolarizados antes de la Covid-19 y muchos de ellos nunca volverán a clase por culpa de la pandemia, según advierte el último informe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), titulado 'Uniendo Fuerzas por la educación de las personas refugiadas'.

Los resultados indican que el impacto de la pandemia de Covid-19 será "catastrófico" en la educación de los niños y adolescentes refugiados "si no se actúa de inmediato". En concreto, denuncia el riesgo de retroceder en las tasas de matriculación en Primaria, que en 2019 ya alcanzaban al 77% del colectivo, y en Secundaria (31%).

Estas tasas, aunque muy inferiores a las del resto de niños y adolescentes de la misma edad, supusieron un avance importante, que ahora "puede perderse por la Covid-19", señala el documento. En el informe, Acnur advierte que aunque todos los niños del mundo han sufrido el impacto del coronavirus en su escolaridad, el efecto será mucho peor entre los refugiados.

Especial preocupación merece el caso de las niñas, que ya antes de la pandemia tenían la mitad de posibilidades que sus compañeros de asistir a clase. De acuerdo con el Fondo Malala, la mitad de las niñas refugiadas que cursan estudios de Secundaria no regresarán a las aulas cuando las escuelas reabran este mes de septiembre, por el impacto del coronavirus en los sistemas educativos de los centros y regiones de acogida.

En los países donde la tasa bruta de matriculación de las niñas refugiadas en Secundaria ya era inferior al 10%, todas ellas corren el riesgo de abandonar los estudios para siempre.

Según Naciones Unidas, el 85% de la población en los países en desarrollo carece de acceso a la telefonía móvil y a Internet, con lo que la falta de tabletas y de conexiones digitales ha impedido a los niños refugiados de estos lugares acceder a la educación telemática.

En este trabajo, Acnur pone como ejemplos de buenas prácticas a Ecuador e Irán, que han legislado para que los niños refugiados puedan seguir yendo a clase; a Egipto, con sus innovaciones tecnológicas en materia educativa; y a Jordania, donde se ha facilitado su aprendizaje vía telemática.

(SERVIMEDIA)
03 Sep 2020
AGQ/gja