Así lo anunció Iglesias en una entrevista en laSexta recogida por Servimedia, donde insistió en que el acuerdo de coalición será “la fuente de inspiración” de los Presupuestos, que serán “los Presupuestos del Gobierno”, y en que le parece “muy difícil, por no decir imposible”, que Ciudadanos pueda finalmente apoyarlos.

“Lo viable para que este Gobierno sea estable es asegurar la única mayoría que en los últimos seis años se ha demostrado que podia construir un Gobierno progresista”, enjuició. Así, aunque se mostró de acuerdo con el PSOE en “no excluir a nadie”, reiteró que “unos Presupuestos que se van a fundamentar en el programa de gobierno van a tener que construir una mayoría que se parezca lo más posible a la mayoría de la investidura”.

Con cierta ironía, agradeció la "sinceridad" de la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, al confesar que tratará de que los Presupuestos tengan lo menos posible de Podemos, un comentario que dijo aceptar "con total normalidad". "Lo raro es que dijera otra cosa", sentenció.

CORTESÍA PARLAMENTARIA

“A partir de ahí hay que hablar con los grupos”, reconoció, apelando a la “cortesía parlamentaria” para establecer el citado orden de empezar con los grupos que apoyaron la investidura, como el PNV y Más País; seguir por los que se abstuvieron, como ERC y EH Bildu, y terminar con los que votaron que no, entre ellos Ciudadanos, que, a diferencia del PP y Vox, sí se ha avenido a negociar los Presupuestos.

“Hay que hablar con los que dijeron que no, pero sin perder el sentido de la realidad”, enfatizó, comentando que, si Cs da el sí a las cuentas, “maravilloso, pero creo que va a ser muy difícil”, porque “hay que entender cómo se han formado los bloques de gobernabilidad” en España, en los que Ciudadanos ha apuntalado gobiernos autonómicos del PP.

Más tarde, a Iglesias se le preguntó si los Presupuestos incluirán finalmente una reforma fiscal, después de que la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, abogara ayer por “modular” el objetivo incluido en el acuerdo de coalición a la situación actual para no perjudicar a las empresas ni al crecimiento económico.

El acuerdo contemplaba un mínimo del 15% de Impuesto de Sociedades y de un 18% para bancos y grandes corporaciones, pero desde la parte socialista del Ejecutivo descartan que se vaya a gravar a las empresas en la actual coyuntura.

Además, en el PSOE son conscientes de que el apoyo de Ciudadanos a las cuentas públicas, que no ven tan difícil como Unidas Podemos, podría estar condicionado a que no se les aumentara la carga impositiva.

FISCALIDAD VERDE

Fuentes del grupo parlamentario de Iglesias consultadas por Servimedia se mostraron dispuestos a aceptarlo, pero apuntaron a obtener ingresos de las empresas vinculados a temas como la contaminación, a modo de fiscalidad verde, o con otros gravámenes.

El vicepresidente comenzó diciendo que e él le gustaría que los Presupuestos incluyeran “algunas revisiones de la fiscalidad para adecuarla a la media europea en un sentido de mayor progresividad” y, aunque dijo ser consciente de las dificultades que están sufriendo las empresas por la crisis del coronavirus, añadió que “eso tiene que ser compatible” con la citada revisión.

Finalmente, se lanzó a garantizar que “el acuerdo de Presupuestos implicará una revision de la fiscalidad en un sentido progresivo y redistributivo”. Incluso, Iglesias sugirió que se podría tocar el mismo IVA, que, siendo “uno de los impuestos más injustos” por no discriminar según el nivel de renta, “se puede reformar entendiendo que hay ciertos productos de lujo (puso el ejemplo de un yate) sobre los que tiene sentido subir el IVA”.

Preguntado por la fecha en que Sánchez y él presentarán el borrador de Presupuestos, el vicepresidente calculó que será a “finales de septiembre”, puesto que “lo primero es tener un documento”, el que pacten las delegaciones de los dos partidos coaligados, encabezadas por la propia Montero y el secretario de Economía de Podemos y secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez.

En Hacienda confían en llevar el proyecto al Congreso cumpliendo el plazo del 30 de septiembre, lo que obligaría a adelantar unos días la previsión de Iglesias para dar tiempo a negociar el borrador con los grupos parlamentarios, si bien cuentan con que, una vez registrado, se tramita inmediatamente.