Eso supone un aumento del 4 por ciento en la cifra global de accidentalidad laboral, aunque los siniestros mortales se situaron en niveles similares a 1995, cuando murieron en ellos 1.349 trabajdores, de acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo.

Estas cifras de accidentes mortales incluyen tanto los producidos en los mismos centros de trabajo como los registrados "in itinere", es decir, al ir o volver a la empresa, generalmente como consecuencia de accidentes de tráfico, pero que tienen el carácter de laborales a efectos de indemnizaciones y pensiones.

También los accidentes graves, que suponen la separación temporal o definitiva de la actividad productiva, se mantuvieron en cota similares al ejercicio anterior, al producirse 10.500.

CCOO denunció que España sigue a la cabeza de la Unión Europea (UE) en siniestralidad, y que los accidentes de trabajo suponen la quinta causa de mortalidad en la población española entre 20 y 34 años.

El sindicato responsabilizó de esa situación a los empresarios por su "incumplimiento generalizado" de la normativa vigente, ya que, según sus estudios, sólo un 10% sigue todas las normas de seguridad. A la siniestralidad también contribuye, sgún CCOO, la precariedad y la falta de formación.

Por eso, pidió al fiscal general del Estado que persiga de oficio los delitos contra la salud y seguridad en el trabajo, y solicitó también la creación de un fondo para la mejora de las condiciones de trabajo, destinado fundamentalmente a la protección de los trabajadores de las 'pymes'.

CCOO recordó que la siniestralidad laboral cuesta al conjunto de la sociedad española más de un billón de pesetas y subrayó que, si parte de esa cantidad se dedicra a la prevención, se evitarían muertos y heridos en el trabajo.