De esos 1.300 millones, la mitad se encontraban en Asia meridional, una carta parte en Asia oriental y un 16 % en el continente africano.

La pobreza más extrema, según el informe, se concentra principalmente en el Africa subsahariana y se calcula que la mitad de la población africana vive por debajo del umbral de pobreza.

No obstante, en los últimos 25 años se han registrado progresos importantes: los ingresos en los países más pobres s han duplicado y la esperanza de vida ha aumentado en 10 años; en términos absolutos ha aumentado el número total de personas desfavorecidas y las diferencias entre países.

Según la OIT, las poblaciones más deprimidas son en su mayoría rurales, con un porcentaje de mujeres cada vez mayor. Son víctimas del subempleo crónico, están obligadas a realizar actividades de supervivencia y, en general, trabajan muchas horas a cambio de salarios miserables.

Entre las causas más frecuentes de la pobreza y l exclusión en Africa, Asia y Oriente Medio se encuentran las siguientes: analfabetismo, falta de acceso a la tierra en las zonas rurales, dificultad y casi imposibilidad de obtener créditos, discriminación de ciertos grupos étnicos de mujeres, crecimiento demográfico, éxodo rural y desarrollo anárquico de las ciudades.