García-Escudero, quién inmediatamente después de conocer la noticia se puso en contacto telefónico con el secretario regional de los socialistas madrileños, Jaime Lissavetzky, para mostrarle su solidaridad, manifestó que estos actos vandálicos "son atentados contra la democracia y contra todos los españoles, ya que un partido político está legitimado por el pueblo soberano, en su ejercicio democrático del sufragio".

El presidente del artido Popular de Madrid confía en que estos hechos no vuelvan a producirse. "Ayer,-dijo-, fue en una sede del PP y hoy le ha tocado a una sede socialista. No podemos dejar que estas agresiones amedrenten a los que constituimos la mayoría democrática y pacífica de este país", concluyó.