"Se ha puesto la gorrita y se ha ido. Al menos allí ha tenido más suerte y le han recibido. En Moscú no", dijo Almunia ante las cerca de trs mil personas que llenaron esta noche el Auditorio Municipal de Logroño.

Almunia puso este "triste" ejemplo como uno de los muchos que ilustran la pérdida de prestigio internacional "ganado a pulso, con esfuerzo y tenacidad" desde la época de Adolfo Suárez y "consolidado" con Felipe González, y que con el PP "empieza a disminuir".

Por todo ello, defendió al ex presidente de las críticas del PP, y exigió a Aznar que, en vez de "hacerse fotos con niños o decir patrañas sobre los socialistas, exijalo que tiene que exigir" en la próxima cumbre de la Unión Europea.

Tras esta reflexión, aseguró que Aznar "no puede soportar" que algunos destacados socialistas como Javier Solana o Pedro Solbes tengan posibilidad de ocupar puestos de primera línea en la política europea, y garantizó que el PSOE "nunca le pagará con la misma moneda con la que ellos trataban de impedir las negociaciones de Felipe González".

Entre las críticas al Gobierno, recordó las "lecciones que nos trataban de dar" sobre la trnsparencia de los responsables políticos, cuando tras los escándalos de Josep Piqué o del lino "el discurso regenerador del PP se ha ido al garete", y el presidente "pacta y vuelve a pactar" con los nacionalistas vascos "a espaldas" de su ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.

Además, aseguró que en el PP "reconocen" que, por instrucciones del secretario de Estado de Hacienda, altos cargos de su departamento entran "por la noche, como auténticos ladrones" en la Oficina de la Inspección para buscar xpedientes y ver "si pueden presionar a unos o amedrentar a otros".

También subrayó que la propia Mercedes de la Merced, concejal popular en el Ayuntamiento de Madrid, reconoce que en el PP "hay que limpiar todos los días porque con tanto cargo público no se sabe quien es honesto". "Qué no estará pasando en el PP cuando ella dice esto", remachó.

Almunia aseguró que frente a esta política "es fácil tener alternativas", pero más importante aún resulta devolver a la acción pública su prestigio como orma de defender los intereses de la mayoría frente a la derecha, que vive "ensimismada en lo suyo" y sólo llega al poder "para usarlo".

Como conclusión, arengó a todos los socialistas a reivindicar la política, el debate y la participación, para impedir que el PP "acote" estos mecanismos democráticos y permitir que el proyecto socialista "empiece otra vez a renacer".