"Nosotros, lo que no podemos es taparle la boca o ponerle un bozal a Julio Anguita, y si Julio Anguit habla y llama criminal a Javier Solana, que no piense que vamos a mirar para otro lado, que no piense que se nos va a olvidar el lunes. Nos vamos a acordar ahora y el lunes", dijo Almunia en una rueda de prensa celebrada en un hotel de Badajoz.

Además, Almunia echó sobre Anguita toda la responsabilidad de las eventuales dificultades para alcanzar estos acuerdos, al afirmar que "quien ha llamado criminal de guerra a un compañero del Partido Socialista ha sido Anguita, no he sido yo. Y no lo ha hecho ua vez, no es porque se le haya calentado la lengua. Lo ha hecho en repetidas ocasiones, y eso, la gente de IU que de verdad crea en la necesidad de unir fuerzas entre todos los progresistas se lo tendrá que plantear", aseguró.

Lejos de suavizar las críticas, Almunia le calificó como un "viejo comunista que ha preferido estar con Milosevic que con los albanokosovares y con Estella antes que con los demócratas" del País Vasco.

Almunia no quiso valorar las últimas declaraciones de Felipe González sore José María Aznar y Julio Anguita, y se limitó a subrayar que los dirigentes del PP "no se esperaban una campaña tan potente, tan intensa, y tan capaz de conectar con el electorado" por parte del PSOE.

"FRIO Y BRONCO"

"Esto no sólo ha sorprendido, sino que ha enfadado a la derecha", por lo que Aznar "ha tenido que intervenir más y de forma más alterada y bronca de lo que es normal en él. Y no es que normalmente sea una persona simpática y cálida, sino fría y bronca, pero esta vez se ha superado a i mismo", reiteró Almunia.

El líder de los socialistas insistió en que son los dirigentes populares los que están introduciendo en la campaña "el mal estilo y la patada en la espinilla", y enmarcó en este clima las declaraciones de Josep Piqué y de Rafael Hernando asegurando que González padece "enajenación mental".

Esto forma parte, para Almunia, de la campaña de "insultos y de calumnias de la derecha". Además, consideró que no se trata de palabras "fruto del calentamiento o de un momento de exatación", sino que obedecen a una "estrategia" premeditada de campaña.

En este sentido, consideró "cómico, si no fuese por el cinismo que refleja" que Aznar intente trate ahora "de aparecer en la foto junto a la socialdemocracia europea", algo que consideró un "ejercicio de travestismo político" que supone "rizar el rizo del esperpento político".