Fuerzas Armadas
Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Cantabria y Melilla solicitan la colaboración de los rastreadores militares
- Galicia y la Comunidad de Madrid están interesadas en la adopción de sus servicios
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La ministra de Defensa, Margarita Robles, confirmó este viernes que Castilla y León, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Cantabria y Melilla han solicitado la colaboración de los 2.000 rastreadores militares puestos a disposición de las comunidades autónomas para hacer seguimiento de los contactos de las personas contagiadas por el coronavirus.
Lo dijo en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, celebrada en el Palacio de La Moncloa, en la que también destacó que Galicia y la Comunidad de Madrid han mostrado su intención de solicitar sus servicios.
Robles destacó que a las 10.00 horas de hoy su departamento ha remitido a las comunidades autónomas los protocolos para la activación de los 2.000 efectivos de las Fuerzas Armadas encargados del rastreo de casos de coronavirus.
Explicó que se desplegarán sobre el terreno trabajando en coordinación con la comunidad autónoma que haya requerido de sus servicios y con el Ministerio de Sanidad. En todo momento, dijo, lo harán con “máxima vocación de servicio”, “neutralidad” y con el objetivo de luchar contra el virus.
La ministra dejó claro que los rastreadores se desplegarán “siempre” a petición de las comunidades autónomas. “Defensa nunca actuará de oficio”, aclaró, lo que le sirvió para trasladar que su departamento tiene una “disponibilidad máxima” para trabajar con las autonomías.
También indicó que, a pesar de que las comunidades formulen su petición mencionando una cifra exacta de rastreadores, éste número “no es vinculante”, sino que se establecerá tras la valoración sobre el terreno que hagan la Unidad de Vigilancia Epidemiológica donde se integran los referidos rastreadores, las autoridades sanitarias autonómicas y el Ministerio de Sanidad.
Una vez que Sanidad dé el plácet para el despliegue de los rastreadores, comentó Robles, en su departamento intentarán ser “muy ágiles y flexibles” para concretar el inicio de sus labores de rastreo.
La titular de Defensa eludió polemizar con el consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, quien ayer reprochó al Gobierno que no ofreciera antes el servicio de los rastreadores militares, cuando la situación lo requería en junio y julio en Aragón y Cataluña. No obstante, dejó caer que Madrid no requirió de sus servicios cuando ella misma anunció a comienzos de verano el inicio de la formación de estos efectivos.
A pesar de ello, llamó a no entender esta colaboración como una “competición” entre territorios y administraciones, puesto que ha de concebirse como una forma de mejorar y complementar el trabajo que se está realizando desde la “colaboración plena y máxima” con las comunidades autónomas.
Tras agradecer a las comunidades autónomas que hayan confiado en los rastreadores militares, explicó que cualquiera de ellas que quiera solicitar sus servicios deberá remitir al Ministerio de Sanidad una solicitud motivada por escrito cuyos fundamentos serán valorados por el Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) para su posterior traslado a Defensa.
A su vez, indicó que los rastreadores se podrán incorporar a su cometido en cualquier momento del proceso -bien cuando la comunidad sospecha de la existencia de un brote, bien cuando éste ya ha hecho acto de presencia- para desempeñarlo el tiempo que sea necesario e imprescindible.
Expuso que los rastreadores se han ido formando desde el pasado mes junio en un curso virtual dividido en cinco módulos. En este curso han aprendido aspectos básicos de la enfermedad para poder efectuar un seguimiento eficaz de los contactos, obtener la información necesaria para discriminar los posibles casos, calcular el tiempo de cuarentena en función de los datos obtenidos y dar apoyo a las personas afectadas.
También profundizaron en el conocimiento del virus y la enfermedad, cuadros clínicos, períodos de incubación e infectivo, factores de riesgo, mecanismos de trasmisión, medidas de prevención, procedimiento para el rastreo de contactos y principios de actuación, entre otros aspectos. Todo ello, teniendo en cuenta los aspectos relacionados con la protección de datos y principios de la comunicación para conseguir un intercambio de información eficaz.
“Ser rastreador no es fácil, cualquiera no puede serlo. Se precisa tener conocimientos de la enfermedad y de la psicología de las personas”, manifestó.
Robles reafirmó que el ofrecimiento del Gobierno “se hace con una finalidad muy importante: la colaboración entre instituciones. En la lucha contra la pandemia no hay colores políticos y el máximo exponente de ello es el recurso a las Fuerzas Armadas”.
Por último, agradeció su labor a los rastreadores civiles que trabajan en las comunidades autónomas, con los que sus pares militares “cooperarán y colaborarán”, y a quienes luchan contra el virus desde cualquier ámbito, haciendo un guiño especial a los miembros de las Fuerzas Armadas.
(SERVIMEDIA)
28 Ago 2020
MST/pai